El adiós, pero un poquito, de Sonia Castedo
– Querida, te dejo
– ¿Cómo? No, tú no me dejas.
– Mira, que es que ya se acabó
– Que no, que no me dejas. Es más, prometo portarme bien.
No me digan que no conocen ninguna historia similar en que una relación se termina y alguna de las partes se niega a darse por enterada. Es lo que le está pasando a la aún alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo. Ni siquiera el anuncio de Fabra de esta semana, en que dejaba claro que la imputada no repetiría en las listas, ha logrado que Castedo, enrocada y empeñada en llevar a cabo una política de tierra quemada en Alicante, renuncie, al menos, a nombrar a su sucesor. No sé da cuenta que ella jamás ha ganado nada y que no es ninguno de sus padrinos, a saber, Alperi o Zaplana. Pero Castedo, dicen quienes mejor se conocen los entresijos del consistorio, está en empeñada en ceder el bastón de mando al teniente de alcalde, Andrés Llorens, más conocido como “Nino”, como buen activista fogueril que es. Pero hete tú aquí que “Nino” comparte problemas con Castedo. Y es que Llorens, ahora repudiado por antiguo amigo Zaragoza, está imputado por falsedad documental y prevaricación debido al comienzo de las obras de la plaza Magallanes, antes incluso de que se produjera la adjudicación de la obra y sin haberse siquiera convocado concurso público. La cosa pinta fea.
Sea como fuere, parece que la visita que esta semana ha hecho Castedo a Génova 13, qué de peregrinaciones se están produciendo últimamente desde Valencia al santuario marianil, vaya a servirle de nada. Fabra no la quiere y González Pons mira hacia otra parte.
Así, una posible sucesora de Castedo, dicen en Valencia, podría ser Asunción Sánchez Zaplana, actual Consejera de Bienestar Social de la Generalitat, pero que no consigue llegar al 30% de grado de penetración y conocimiento necesario para aspirar al sillón. Carlos Castillo, actual concejal alicantino y ex presidente de JOVENTA (jóvenes empresarios valencianos), enfrentado a Castedo también aspira, como también lo hacen un par de empresario que recuerdan mucho a los tiempos de Alianza Popular en que el partido apenas llegaba a los ocho concejales. Pero el sucesor lo designará directamente Génova. Y es ahí en donde el PP de Alicante podría encontrarse con que existe un tapado. O tapada.
