«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El pecado de la indiferencia

8 de febrero de 2016

Debo reconocerlo. Me conmovió algo tan trivial como un cantante, acompañado del músico, que iban mendigando unos eurillos a los viajeros del Metro madrileño. Parecían mestizos andinos, muy pinchos ellos. Le echaban corazón al número musical. El estribillo de la pegadiza canción decía: “Pido a Dios/ que no me haga indiferente”. Me dejó pensativo.

Es cierto. Muchas de las tachas con que nos amenaza la vida torva de los viajeros del Metro se reducen a que somos indiferentes al prójimo. Hace unos años por lo menos algunos leían algún periódico, generalmente gratuito. Hoy casi todos van entretenidos con su móvil o artefacto similar. Es lo único que les arranca una medio sonrisa. 

Los grandes enemigos de nuestra sociedad (y supongo que de otras) no son el paro, la corrupción, el terrorismo, el derroche del erario, la prima de riesgo. La verdadera amenaza está en la indiferencia. Para eso se inventó el fútbol y los otros que dicen deportes. Ahí se pueden volcar las emociones. De esa forma se desplaza la atención que podría ir a otros problemas colectivos. Se los dejamos en exclusiva a los mandamases que salen por la tele. Aburren mucho. Dicen siempre lo que tienen que decir.  Hay uno que siempre va en camisa remangada, incluso para ir a ver al Rey, pero se pone su esmoquin para acudir a la fiesta de los titiriteros subvencionados. Todavía hay castas. 

En el Metro nos encontramos muy cerca unos de otros. Realmente nos olemos. Pertenecemos a todo el muestrario de razas. Las miradas nunca se cruzan, excepto los que forman grupo. Hay parejas en las que cada uno permanece atento a su respectivo móvil. Los mestizos siguen con su canción, pero como si no existieran. Casi nadie les da un duro. No parecen muy preocupados con eso de la indiferencia. 

.
Fondo newsletter