Un año del accidente del tren de Santiago. Los recuerdos de amigos y familiares se agolpan en su añoranza. Ochenta personas perdieron su vida terrena en Angrois,otros muchos resultaron heridos de distinta gravedad.
Ochenta rosas fueron depositadas antes de ayer en las vías.Setenta y nueve adultos y una criatura en el vientre de su madre con casi seis meses de embarazo.
La rosa por esa criatura nonata da luz y vida a todas las vidas abortadas en el seno de sus madres. Esa rosa blanca resplandece en el alma de los familiares de la madre muerta en el accidente. Ellos saben que el niño fallecido era uno más, un ser humanó más que también merece nuestro homenaje. La rosa número ochenta de Angrois interroga a toda nuestra sociedad acerca de su amor por la vida concebida pero no nacida.
Cien mil rosas blancas pudimos esparcir por España el pasado año. Las cien mil criaturas abortadas voluntariamente por sus mamàs las recogen dulcemente y susurran que ningun ser humano vuelva a merecerla…
