En las excavaciones de Cástulo (Jaén) se ha encontrado una patena de cristal con una de las primeras representaciones de Cristo. Es del siglo IV y prueba clarísima del lujo que se empleaba en las misas de aquella época tan temprana del cristianismo en nuestra patria. Para depositar el pan consagrado, el Cuerpo de Cristo, se procuraban objetos preciosos como esta patena.
Nada que ver con el modo con el que se trata hoy al Santísimo en algunas misas. Y como para callarles la boca a algunos que quieren vendernos, con el falso pretexto de los primeros siglos, la cochambre cultual. Su verdadero problema es que no creen en la presencia real. En el Cástulo del siglo IV si creían.