«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El desarrollo, la economía y el capitalismo desde la visión católica

/p>

 

No hay leyes económicas, sino moral. La economía debe sujetarse a la moral no a la libertad liberal luciferina.

«La ciencia económica se comenzó a construir, al igual que otras ciencias de la era moderna, mediante el tratamiento de los hechos económicos como si fueran fenómenos físicos y químicos, sujeta al determinismo de las leyes de la naturaleza. Sin embargo, la falsedad del diseño se demostró en la contradicción flagrante entre la armonía teórica de sus hallazgos y la terrible miseria social que dejó. El rigor de sus deducciones no pudo superar las debilidades del punto de partida en el hecho económico, que había considerado el elemento material, cuantitativo y había dejado el elemento humano fundamental, las relaciones entre el individuo y la sociedad, que impone sus normas, no al punto material, sino moral en la forma de usar los bienes materiales. Así, desviada de su propósito se convirtió en el medio de justificación de la explotación de los más débiles por los más fuertes, bajo la ley única de la competencia despiadada» 

Papa Pío XII.

Riesgo de caer en una ideología capitalista que confía todo a las fuerzas ciegas del mercado.

«Ingentes muchedumbres viven aún en condiciones de gran miseria material y moral. El fracaso del sistema comunista en tantos países elimina ciertamente un obstáculo a la hora de afrontar de manera adecuada y realista estos problemas; pero eso no basta para resolverlos. Es más, existe el riesgo de que se difunda una ideología radical de tipo capitalista, que rechaza incluso el tomarlos en consideración, porque a priori considera condenado al fracaso todo intento de afrontarlos y, de forma fideísta, confía su solución al libre desarrollo de las fuerzas de mercado»

Papa San Juan Pablo II.

El verdadero desarrollo es el moral, no el material, y en caso de conflicto prima el moral ante el material.

«Cuando se considera al hombre como dotado de un espíritu inmortal y creado para destinos más altos de los que le caben sobre la tierra, cuando el cuerpo y todo lo que a él pertenece es considerado con sujeción a los intereses del alma, entonces no se piensa jamás en adelantos materiales sin que ocurran al propio tiempo los intelectuales y morales reclamando participación y preferencia y oponiéndose, si es necesario, al mismo progreso material en lo que tenga de inmoral o de envilecedor del espíritu»

 

 

 

Padre Jaime Balmes.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

TEMAS |
.
Fondo newsletter