Hablo de memoria. No me apetece ir a buscar las citas literales. Lo que digo creo que recoge exactamente lo que el Papa dijo aunque la literalidad puede no ser exacta.
Ante ese Estado yihadista que va de barbarie en barbarie, también contra los cristianos, el Papa al principio, tal vez recordando a Jesús, tacebat.
Como aquello era ya un escándalo mundial se decidió a hablar. Y dijo que había que acabar con aquello pero, cuidadín, cuidadín, sin guerras ni bombas. Vale, pues nos debería añadir cómo. Si no se tratara del Papa no dudaría en calificar de solemne majadería semejante manifestación por lo que lo dejaremos en boutade pontificia sin sentido alguno.
Ahora acaba de dar un paso más diciéndonos que hay que acabar con eso pero no sólo por medios militares. Que quiero entender, la exégesis de las palabras de este Papa no es fácil, como que con medios militares sí pero además con más cosas. Me alegra mucho comprobar que el pensamiento del Papa, trabajosamente, se ha aproximado muchísimo al de esta humilde cigüeña. Ya pensamos prácticamente lo mismo. Podría haber alguna diferencia, tal vez, en el no sólo. No puedo decir nada sobre eso mientras el Papa no manifieste lo que él incluye en ello. Yo incluyo la oración, la educación de los terroristas, la erradicación de la pobreza, en lo que se pueda, que no es tierra en la que puedan nacer ciudadanos libres, inculcar principios humanitarios y hasta el diálogo cuando no sea inútil dialogar.
Estoy naturalmente con el Papa en muchísimas cosas que dice y que las dice muy bien. Otras no las entiendo, seguramente por mi mucha cortedad, o, si las entiendo, me preocupan. Pero hoy no se trata de eso sino de manifestar mi alegría por esa evolución del pensamiento pontificio. Yo no me moví un pelo. El Papa parece que sí. ¿O no he entendido nada? Cosa que también es posible.
