En el mes de mayo del año 2013 publiqué un artículo titulado “España y el USAFRICOM”, con el que sugería la posibilidad de que nuestro país participara en este mando independiente de los EEUU para África dada la grave proximidad del peligro yihadista que se extiende por la zona del Sahel, la amenaza del fundamentalismo islamista y el terrorismo de sus bárbaros seguidores que los tenemos, incluso, dentro de nuestra propia casa.
Esta peligrosísima amenaza es tan sumamente real que se impone, no sólo la actuación de los servicios de inteligencia de Europa y de los EEUU sino también la eficacísima labor de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, con la colaboración de algún servicio de inteligencia de países del norte de África. Del resultado de esta actuación y colaboración en el ámbito de la inteligencia depende el hecho de poder prevenir que elementos terroristas del fundamentalismo islamista puedan ser detenidos antes de llevar a cabo acciones criminales que puedan desarrollar de forma sorprendente, como ha sucedido, por ejemplo, con las dos parejas de hermanos detenidos en el barrio del “Príncipe”, en Ceuta, el día 24 de enero de este año. Como todo el mundo sabe, estaban hay preparados para cometer, en cualquier momento, un atentado de imprevisibles consecuencias en España e, incluso, inmolarse para llevarlo a cabo si fuera necesario.
Pero éste es sólo un aspecto del problema con el que nos tenemos que enfrentar ante la amenaza permanente de la barbarie de estos individuos, que constituyen células totalmente independientes para actuar contra “el infiel” en el momento más inesperado para sembrar el terror y hacer el mayor daño posible a ese mundo occidental que odian. Por supuesto, este aspecto del problema o, si se quiere, esta cara de la moneda es, posiblemente, la más difícil de detectar y de combatir si no se dispone de una red de información perfectamente coordinada y en permanente estado de vigilancia. Trabajo durísimo, paciente y muy especializado del que España es pionera con una experiencia a sus espaldas de muchísimos años.
No obstante, esta moneda tiene una segunda cara. Y es la de que, desde el AFRICOM norteamericano cuyo mando está en Stuttgart (Alemania), se lleva a cabo para reforzar las capacidades de los Estados africanos, defenderlos de las amenazas procedentes del exterior y apoyar el desarrollo de los mismos. En aquel artículo escrito en 2013 sugerí la posibilidad de que, desde territorio español, se pudiera apoyar al AFRICOM para facilitar su misión y evitar la expansión del yihadismo desde la zona del Sahel hacia el norte. Es decir, frenar a fuertes grupos armados islamistas, como Boko Haram, que están sembrando el terror en Mali, Níger y otros países y, en su caso, localizarlos y atacarlos para destruir su poder militar y terrorista.
Los medios de comunicación han dado cuenta estos últimos días de las negociaciones que se llevan a cabo desde el ministerio de Defensa español para ampliar la base aérea de Morón de la Frontera (Sevilla), con objeto de que esta instalación militar española pueda tener capacidad para albergar en ella una dotación permanente de “marines” norteamericanos que pueda acoger a su “Fuerza Especial Tierra-Aire de Respuesta de Crisis” dirigida, especialmente, a su actuación en el continente africano, sobre todo en la zona centro-oeste del mismo.
No tengo aún elementos de juicio suficientes como para saber si esta pequeña fuerza de unos 850 “marines” como máximo que pueden instalarse en Morón, para llegar a 1.100 en períodos de relevo forma, o no, parte del mando estadounidense para África, es decir, del AFRICOM. La realidad, sin embargo, es que los EEUU tienen especial interés en mantener esta unidad de forma “permanente” como fuerza de acción rápida para intervenir en el continente africano y no sólo, desde luego, para ayudar a los países afectados durísimamente por el ébola.
Sea, o no, motivo de negociación la ampliación de la base de Morón para aumenta la capacidad de personal que pueda estar destinado en ella para llevar a cabo misiones de “Respuesta de Crisis” por parte de los “marines” norteamericanos y tenga, o no, que ver este importante destacamento de fuerza aeroterrestre de los EEUU en Morón para actuar en países africanos, creo que sería fundamental como contrapartida para España –entre otras- el hecho de que Oficiales españoles se incorporaran al mando del AFRICOM como elementos de enlace e inteligencia. Porque, si desde nuestro país esta fuerza de “Respuesta de Crisis” va a tener por misión principal apoyar a los países africanos, las Fuerzas Armadas españolas deben conocer y compartir, en su caso, las misiones de esa fuerza norteamericana.
Y creo que debe ser así porque España es un país que está en la primera línea de fuego frente al fundamentalismo yihadista, que no cesa de reclamar para sí la posesión de “Al Andalus”. Y, en segundo lugar, porque las Fuerzas Armadas españolas tienen la obligación y el derecho de conocer los planes de sus aliados, sobre todo cuando éstos, para llevar a cabo sus misiones, tienen como base de operaciones territorio español; de modo que, sea el que sea el Cuartel General que controle la fuerza aeroterrestre de infantes de marina de EEUU en Morón, en él debe instalarse una célula militar española de coordinación e información.
Ésta es la opinión de un militar que, en su día, tuvo la posibilidad de indicar la necesidad de que Oficiales españoles formaran parte del Cuartel General del Cuerpo de Ejército Europeo. El entonces ministro de Defensa, García Vargas, asumió la sugerencia y aquellos Oficiales ocuparon puestos de responsabilidad en el Estado Mayor de aquella unidad plurinacional.
Estoy casi seguro de que, en las negociaciones actuales entre Defensa y las autoridades de EEUU acerca de la base de Morón, se habrá tenido en cuenta previamente esta sugerencia. No obstante, aquí queda expuesta por si pudiera ser de utilidad para los intereses de España.
