«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Tranquilo Mariano, tranquilo

23 de enero de 2015

Con más de medio millón de empleos creados a lo largo de 2014 y con unas excelentes previsiones del FMI que augura para España el mayor crecimiento de la Eurozona, un nada despreciable dos por ciento, el PP arranca su Convención con viento de cola. Aunque por si acaso recurre en su jornada inaurugural a las viejas glorias, con perdón: José María Aznar y Esperanza Aguirre. Lo cual es tanto como que Carlo Ancelotti volviera a solicitar los servicios de Raúl y de Guti. Tres años después de aplicarse únicamente a la economía, los populares parecen darse cuenta de que deben volver sus ojos a la política. A la misma que han desatendido desde su llegada al poder (aborto y víctimas del terrorismo) aunque sigan sin un propósito de enmienda claro. La división en la cúpula socialista y el claro techo de Podemos, formación cuajada ya de escándalos sin haber tocado siquiera poder, contribuyen a allanar también el terreno al partido de Rajoy.

Habrá que prestar atención y analizar muy detenidamente las palabras de Aznar, que no hará sangre con Rajoy y se limitará con toda seguridad a alertar contra los que quieren dinamitar España y de paso el ‘espiritú de la Transición‘. La incomodidad de Moncloa con el puente de mando de Génova y en concreto con su ‘número dos’, Dolores de Cospedal, es perfectamente descriptible, por la ‘colocación’ de la intervención de Sáenz de Santamaría en la entresiesta del sábado, lo que garantiza el bostezo seguro durante su discurso.

¿Y de Bárcenas, que?, que diría un castizo. Pues de Bárcenas, como el chiste, ni hablamos. Nadie se referirá a él durante el cónclave; ni por su nombre ni por su antiguo cargo. Pero su sombra planeará, de forma inmisericorde, por los pasillos de ésta Convención, cual fantasma a quien nadie se refiere pero todos ven. «Rajoy puede estar tranquilo», dijo el ínclito en cuanto pisó la calle. Pero el tono, en un hombre de su caracter, no pudo sonar más equívoco… ¿seguro que mariano puede estar tranquilo? No parecen suficientes las constantes apelaciones de los dirigentes ‘genoveses’ -y del propio presidente- a que Bárcenas es un  hombre que ya no está en el partido y que lo suyo eran ‘asuntos particulares’. Veremos cuánto dura el compromiso de silencio del extesorero y la tranquilidad del comandante en Jefe. Estén atentos a la pantalla. Y a ser posible en directo, no en diferido.

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