«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Manual del buen independentista

La Fábrica ha editado el «Manual del buen independentista», que tiene como objetivo «ensanchar la base social» del secesionismo en Cataluña. La Fábrica está impulsada por Salvador Cardús, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona y miembro del Consejo Asesor de la Transición Nacional del Gobierno de la Generalitat de Cataluña.

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Para ello, el manual enumera una serie de recomendaciones que todo buen independentista debería seguir:

Rachacemos las descalificaciones. Los independentistas han de convivir en armonia, sin que desacuerdos tácticos desvíen la atención del objetivo común.

No propaguemos las falsas noticias y rumores. Las redes sociales y algunos medios de comunicación harán circular rumores, calumnias y falsas noticias destinadas a perjudicar el movimiento independentista.Es muy aconsejable, pues, no creer a priori ningún de estas pretendidas informaciones mientras no sean formalmente probadas.

Rehuimos los insultos. Que haya insultos o acusaciones indignas (como equiparar los independentistas con los nazis) de parte de ciertos unionistas muestra su falta de argumentos y su bajo nivel intelectual y moral, pero no es en ningún caso un motivo para replicar de la misma manera.

Evitemos la trampa del triunfalismo. Sentir como tenemos esta victoria al alcance de la mano no debe bajar la guardia y, sobre todo, no debe empujar actitudes de menosprecio o de burla de los que no comparten este ideario. no debemos caer en la trampa de una supuesta superioridad, intelectual o moral, de el independentismo, superioridad que nos podría hacer detestables a los ojos de los indecisos. 

Utilicemos el poder de la sonrisa. Una sonrisa puede hacer tanto como muchos argumentos, unos ojos que brillan pueden convencer más bien que una serie de cifras. emocionar, ilusionar y seducir también son tareas importantes.

Atraigamos la simpatía internacional. Al contrario de lo que se dice a menudo a España, los catalanes no somos nada avaros ni egoístas.

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