La CUP ha reclamado que todo medio de comunicación privado reciba una subvención sólo si está comprometido «con el fomento de la participación democrática en el referéndum ilegal del 1 de octubre», según una moción que presentarán en el pleno del Parlament de la próxima semana.
El texto, que va en la línea del borrador de la ley de transitoriedad, también conocida como «ley de desconexión», cuyo contenido abre la puerta a la declaración unilateral de independencia, ha sido publicado en el Boletín Oficial del Parlamento. Reclama que los medios que reciban alguna ayuda “se comprometan con el fomento de la participación democrática en el referéndum, aceptando la publicidad institucional de aquello que el Gobierno necesite comunicar a la ciudadanía en relación con la convocatoria”.
Además, señala que los medios que quieran una subvención deben «respetar las leyes sobre igualdad de género, los derechos laborales y las condiciones económicas de los trabajadores».
La moción establece que el 70% de los espacios de publicidad institucional durante la campaña del referéndum está reservado a “las formaciones políticas con representación al Parlamento, de acuerdo con los resultados obtenidos en las últimas elecciones en esta Cámara”, de forma que la mayor parte las acapararía el bloque secesionista de Junts pel Sí y la CUP. Las subvenciones públicas para la campaña también se repartán -de producirse dicha consulta ilegal- en función del número de escaños actuales.
Asimismo, el borrador de la ley de ruptura prevé la posibilidad de intervenir en la línea editorial de los medios privados durante la campaña del referéndum.
La medida ha causado «estupor» en la oposición. «Tú si que vales o la versión independentista de adhesiones al régimen. Desprecian profundamenta la libertad», ha comentado la vicesecretaria del PP, Andrea Levy. El diputado del PSC, José Zaragoza, también ha criticado la medida. «La CUP pide que sólo reciban ayudas públicas los medios que defiendan la independencia, pero con impuestos de todos».
'Hay temor en Cataluña'
El presidente del 'Grup de Periodistes Pi i Margall', Sergio Fidalgo, ya advirtió a La Gaceta que “hay bastante temor entre muchos periodistas que no son separatistas a levantar la voz” porque “saben que puede tener consecuencias laborales” y denunció las dificultades que tienen los profesionales de la comunicación tienen “para ejercer libremente” y los “controles políticos que, sobre todo en los medios públicos, se intentan llevar a cabo”.
Fidalgo denunció que “los medios de comunicación públicos en Cataluña están mediatizados por el poder político y, al servicio del independentismo” y que «en vez de ser medios de servicio público son medios de propaganda del Govern”, que reflejan una Cataluña en la que parece que todos son independentistas, hizo hincapié en que «es necesario un contrapunto» y trabajar para que «todos podamos hacer oír nuestra voz» y advirtió de la muerte civil de todo aquel que no esté por el 'procés separatista'.
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