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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Crítica de ‘Alicia a través del espejo’: Más colores, menos Alicia

No era necesaria una secuela de ‘Alicia en el País de las Maravillas’, pero era un caramelo de los que le gustan a Tim Burton y a Johnny Depp que ninguno iba a rechazar. Así que aquí está la segunda parte, ‘Alicia a través del espejo’, con un mismo estilo potenciado y dos importantes cambios: un nuevo director, James Bobin, y un guión original que se aleja del cuento de Lewis Carroll. Cabría preguntarnos entonces las razones por las que se ha hecho esta película si apenas toca la historia de Carroll, pero lo cierto es que ‘Alicia a través del espejo’ es ya otra cosa. Es una entretenida película estrictamente de aventuras, sin tanta magia pero más madurez y el mismo reparto que funcionó en su predecesora.

Alicia regresa al País de las Maravillas siendo adulta tras recibir un preocupante aviso de los amigos que viven dentro del agujero –o, ahora, detrás del espejo-. El Sombrerero Loco (Johnny Depp) está cayendo en una depresión tras haber descubierto que los familiares a los que creía fallecidos están vivos en algún lugar, y es misión de Alicia descubrir qué les pasó y devolverlos con vida al Sombrerero. La única forma de hacerlo es robando la Cronosfera, un objeto mágico con el que cualquier persona puede regresar al pasado aunque ello conlleve consecuencias en el presente.

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Tim Burton permanece a bordo del proyecto en calidad de productor y delega en James Bobin la dirección de ‘Alicia a través del espejo’, que cumple con la estética diseñada por su predecesor. Los colores son más vivos que nunca en el mundo de fantasía y todo sigue siendo igual de disparatado con la incorporación de Sacha Baron Cohen encarnando al excéntrico Tiempo. Es la única gran novedad de la cinta, que vive sus mejores momentos en la reflexión sobre el paso del tiempo y, principalmente, en la interacción con la Reina Roja de Helena Bonham Carter, que de nuevo vuelve a ser lo mejor de la película.

La Alicia que se embarca en un viaje a través del espejo es ‘otra’, rodeada de colores aún más estridentes, efectos visuales por doquier y que ha dejado atrás aquel extraño toque de la mezcla Lewis-Burton para convertirse tan sólo en una heroína de Hollywood. La suya no deja de ser, aún así, una entretenida aventura.

Puntuación: 2,5/5

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