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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Entrevista con Taron Egerton: ‘Elegirme para Kingsman fue una decisión arriesgada’

Taron Egerton (1989, Gales) es una de las grandes promesas del cine. Tras un par de papeles en la televisión británica, este joven galés dio de pronto el salto a las pantallas de todo el mundo interpretando a Eggsy, uno de los protagonistas de Kingsman: Servicio Secreto junto a Colin Firth, Michael Caine y Samuel L. Jackson. Bromista y de risa fácil, Egerton visitó Madrid para comentar con los medios los secretos de su mediático papel en la que se ha convertido en una de las más dulces sorpresas cinematográficas de la temporada. 

– Acababa de terminar los estudios de arte dramático cuando le dieron el papel de Eggsy en Kingsman: Servicio Secreto. ¿Cómo se quedó cuando descubrió que trabajaría con actores de esta talla y cómo afrontó el reto?

– Fue una experiencia muy extrema, muy intensa. Cuando piensas que vas a trabajar con actores de la talla de Colin Firth, Michael Caine o Samuel L. Jackson, impone mucho respeto. Cuando leí el guión sabía que Kingsman era algo diferente y fresco, y aunque todavía no había leído muchos guiones, sentí que este trabajo no era común. Cuando lo leí, pensé: “Tengo que hacerlo”. Fue un ansia, un hambre, una pasión de querer hacerlo bien… Era un reto creativo, y aunque sentía presión por querer hacerlo bien frente a estos actores tan brillantes, lo quería intentar. La experiencia ha sido maravillosa y me gusta el hecho de que mi personaje, aunque sea joven, tenga un desarrollo y sea redondo; no es una cara bonita. En muchos grandes estudios se ve como hay personajes así en los que toda la acción transcurre a su alrededor y ya está. A mi me gusta saber que hay algo más.

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– Además de aventuras y acción, la película plantea el conflicto de clases. ¿Cómo se preparó para ese papel?

-No veo que la película sea un comentario social y, si lo fuera, no podríamos tener espías que saltan quince pies, porque nadie se lo creería. Llevo cinco años viviendo en Londres y he visto a muchos jóvenes como Eggsy: es una subcultura de chicos y chicas que viven en las zonas más empobrecidas de la ciudad con una forma muy particular de andar y de comportarse. Lo que hice para documentarme fue conseguir series de televisión, dramas, música en los que aparecen jóvenes como él. De tanto empaparte, de ver como hablan y cómo se mueven, hasta caminaba por el salón como un chaval así. Así, cuando llegas al set, te sale sin pensar.

-¿Cómo se preparó la prueba con el director, Matthew Vaughn?

-Matthew Vaughn hace lo que quiere cuando quiere. Tuve doce horas para preparar el casting, que consistía en tres secuencias que realmente no me sabía muy bien. Me preparé dos de ellas porque no tenía tiempo y, aún así, me sentí muy seguro en la audición. Cuando terminé, no me dijeron que Vaughn me había fichado, y él solo dijo: “Bien, bueno, no ha estado mal” (Risas). Fue cuestión de hacer otras cuatro pruebas más hasta que me llamó y me dijo: “Igual te doy el papel, pero tendrás que hacer a, b, c y d”. Un par de días después me confirmó que me había dado el papel, aunque me da la impresión de que tuvo que pelearlo porque todo el mundo sabe que un nombre conocido significa que luego recuperarás tu dinero. Sin embargo, Taron Egerton es igual a “quién coño es este tío” (risas). Le estoy enormemente agradecido porque creyó en mi.

La saga de James Bond es más conocida de agentes secretos. ¿La idea es que Kingsman sea algo parecido? ¿Le gustaría a usted seguir esa línea?

-Nunca me imaginé haciendo acción, pero tampoco quiero encasillarme. Quiero hacer variedad. Me gusta mucho el drama, la comedia, teatro, televisión… Me encanta cantar, me gustaría hacer un musical. La diversidad es la bendición de esta profesión.

– En los últimos años hemos visto que el humor en el cine se ha hecho más gamberro, y prueba de ello es el estreno de una película como The Interview. ¿Tenían preocupación por este aspecto tras el atentado en Charlie Hebdo? En Kingsman la masacre en la iglesia ortodoxa puede resultar polémica…

-No me ofende, creo hay que respetar la creatividad. Vivimos en un mundo en el que ocurren cosas horribles y, naturalmente, la violencia debe ser tratada con delicadeza. No necesariamente tiene que haber lecturas políticas para todo, Kingsman no quiere plasmar una realidad porque es una fantasía, dos horas de escapismo puro y duro. Es una película para tomar con palomitas. Dio la casualidad de que hace tres semanas pasara lo de Charlie Hebdo, y es una locura. Tanto la duración como el montaje de las escenas de violencia están hechos para horrorizarte y para ver de lo que es capaz un Kingsman. En lo personal, me da más miedo la censura que la violencia excesiva. La película no nos plantea personajes redondos o tridimensionales, y si lo fueran cambiaría la historia. Son tipos. Pero al final cada uno tiene que hacer su propia lectura. 

Kingsman: Servicio Secreto (20th Century Fox) se estrenó en España el 27 de febrero.

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