«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Rodéate tú, que no me representas

25 de octubre de 2016

Huele a lluvia podemita calando los tejados del Congreso, ahora quieren rodearlo pero desde dentro, lo tendrán más fácil que antes, siempre es mejor hacer el indio cuando tienes a los exploradores metidos en el frente. Las flechas ahora entrarán y saldrán, en un intento de coger a los soldados entre dos fuegos, el constitucional y el de la calle.

Han visto que hay Gobierno y que sus anhelos de conquistar el cielo se ven frustrados, pero no lo aceptan porque la democracia es válida solamente cuando el resultado les mola. Si los españoles, es decir, la gente, vota al PP o al PSOE, entonces la democracia no existe y estamos ante un golpe de Estado.

La izquierda española es tan mansa que no dice lo mismo de Pablo Iglesias que de Trump (siempre que hablo de Trump me viene a la cabeza el nombre de “Tiriti”) aunque estén lanzando los mismos mensajes. “Reconoceré el resultado de las elecciones, si las gano” dice Trump, por otro lado escuchamos a Pablo decir que “no nos representan” o “Rajoy no ha ganado”, pero nadie les compara, cuando en el fondo usan el mismo discurso manipulador.

Ahora Podemos ha cambiado su cántico de guerra y viendo que no han podido se alejan del “si se puede” para incorporar el “luchar, crear, poder popular”, que viene del populismo de Allende. Abandonan la ilusión con que el vaquero compraba el crecepelo al vendedor locuaz que entraba con su carreta en el pueblo prometiendo largas melenas con su novedoso ungüento, lo cambian por una realidad que les encaja mejor en su espíritu de oposición, la del poder popular, como una negación de todo lo que emana de la Constitución. No reconocen a los ganadores de las elecciones y lo cambian con el poder popular, no reconocen a las instituciones y las quieren vaciar de autoridad con su poder popular. El poder popular para ellos no es la soberanía popular, es decir el Congreso y el Senado, el poder popular para ellos son ellos mismos.

Por eso vuelven a lo que realmente son, unos rodea congresos, radicales antisistema que niegan la propia esencia de la democracia y que recurren al pataleo como forma de hacer política. No tienen ideología, no saben gestionar y no aceptan que la democracia es alternancia, solamente quieren el poder por el poder, el gobierno por la fuerza, de ahí lo de rodear el congreso, como si de un asedio se tratase, no les gusta hablar de desalojos salvo que sea en el Congreso.

Caen las hojas en otoño y florecen los dictadores, estos días lo vamos a comprobar, bastará con poner el telediario y los tendremos todos los días protestando en la calle, contra el PSOE, contra Rajoy, contra el Rey, contra el sistema, contra todo, porque ellos son el poder popular y lo ejercen como saben, con violencia. Ayer a Felipe, hoy en Ferráz y mañana a Rajoy, no dejarán que alguien pueda pensar que los 8 millones de votos del PP son un buen aval para gobernar, porque sus 5 millones son mejores, son los que valen, los otros no.

Pablo quería azotar hasta sangrar a Mariló Montero, pero era una cosa sacada de contexto, no lo piensa realmente. Trump habla despectivamente de las mujeres hace años en una charla privada y resulta que está políticamente inhabilitado (cosa que no discuto). ¿Por qué Pablo si puede ser presidente y Trump no?. La casta son realmente ellos, los que han venido para quedarse sin hacer nada son ellos, los que no nos representan son ellos, los que no creen en la democracia son ellos, por lo tanto ¿a quién habría que rodear?.

Estos días veremos a estos camorristas del escaño decir “Rodea el Congreso” y lo que les tendremos que decir es “Rodéate tú, que no me representas”.

 

 

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