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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Niños en el debate, el último anzuelo de la ‘recampaña’ electoral

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Es la más innecesaria –por repetitiva- de las campañas electorales; bastaría con que cada partido dijera a los españoles para qué servirá su voto o, lo que es lo mismo, con quién están dispuestos a aliarse para formar Gobierno, y convocar después la votación.

Pero no, además de los mítines, las caravanas electorales y los programas –un copy-paste del 20D con dos o tres añadidos en busca del voto perdido- los españoles tendremos, de aquí al 26J, una nueva hornada de debates televisivos. 

Si en el ya lejano 2015 pudimos ver a Soraya Sáenz de Santamaría bailando en El Hormiguero, a Pedro Sánchez colgado de un molino de viento con Calleja y al omnipresente Iglesias en todos los platós de televisión españoles y parte del extranjero (imposible olvidar el momento guitarra en Qué tiempo tan feliz), esta recampaña amenaza con mostrarnos -oh, no- el lado más tierno (y posiblemente más falso) de los candidatos: el infantil.

Es la última ocurrencia de Mediaset para tratar, quizá, de enganchar a una audiencia más aburrida de la política que los mismísimos encuestadores del CIS: un debate con Rajoy, Rivera, Sánchez e Iglesias (de derecha a izquierda…) para responder a las “preguntas no pactadas” de niños de entre 5 y 12 años. Ya lo estamos viendo: los presidenciables con sonrisa infinita y mirada condescendiente; Ana Rosa Quintana, moderadora del evento, animando a los pequeños a preguntar cuanto más difícil mejor y los niñosdelatele -que no son como el resto de niños- tratando de sacar los colores al futuro presidente de su nación. 

Y luego, reúnan ustedes fuerza para pasar Dos días y una noche con cada uno de los candidatos y con Susana Grisso alabando lo bien que viste Sánchez los pantalones… Sí, señores, en el amor, en la guerra… y en la campaña electoral más aburrida de la historia, todo vale. 

 

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