Es esta una maldición que afecta a casi todos los pueblos y sus dirigentes por igual. Cuando se asiste al panorama que presentan en España los medios de comunicación, radio, TV, prensa, internet, todo gira en torno a la noticia del día y al problema o cuestión inmediata. Esta fenómeno se acentúa más todavía cuando vivimos pendientes permanentemente de unas elecciones, por el peso desmedido del sufragio universal en nuestro sistema democrático (sí puede haber un sistema democrático sin tanta dependencia del hecho electoral, democracia y sufragio universal no son sinónimos) esto provoca y atrae la atención solo a lo que nos puede afectar en el día a día. El fenómeno de las encuestas se ha convertido en una aberración incentivada por los distintos grupos intentando inclinar mediante sus publicaciones las intenciones de los ciudadanos y a la futura opinión pública para captar el voto en un sentido interesado. En un año en que disparatadamente se han convocado tantas elecciones, parece que no hay otro interés que el resultado de las mismas, el mecanismo para acceder al poder para llevar a cabo un programa se ha convertido en un fin en sí mismo para ejercer el poder y repartirse el botín.
En lugar de analizar los problemas reales que aquejan nuestra geografía hispánica perdemos el tiempo discutiendo y marginando los verdaderos lastres de una sociedad necesitada de reformas urgentes, aquellas que los ciudadanos consultados honestamente señalarían como los grandes problemas y desafíos de cara al futuro. Se cae en un dialogo de políticos centrados en su problemática en lugar de evaluar problemas tan serios como por ejemplo: ¿Cómo pensamos cobrar o mantener la pensiones en nuestro futuro? ¿Qué medidas hay que tomar para no perder lo conseguido? ¿Cómo vamos a mantener el sistema sanitario y la educación? ¿Se ha perdido la autoridad en el sistema escolar y cuáles han sido las consecuencias? Habrá que rebajar quizá los gastos de un sistema autonómico elefantiásico y jubilar a la mitad de la clase dirigente ¿Se puede seguir manteniendo este despilfarro de dieciocho parlamentos? ¿Las subvenciones? ¿Qué es lo más importante? En fin hay temas muy serios…
Preferimos preguntarnos si al fin Susana Diaz ha conseguido el apoyo de C´s o de Podemos, o si el PP es más o menos corrupto que el PSOE, sin caer en la cuenta de que si tal como está el panorama en las próximas legislativas, conociendo la falta de sentido común de los partidos mayoritarios, caemos en una anarquía legislativa o en un caos de gobierno, nos jugamos todo lo conseguido hasta ahora y no solo de los años de “democracia” sino mucho más… Un frente popular utópico en España nos puede llevar en menos de dos años a una situación tan caótica como la que en estos momentos padece Grecia, y por favor no se me repita que España no es Grecia. Zapatero estuvo a punto de arruinar España, no pensemos que con un pequeño empujón estos nuevos profetas no pueden conseguirlo. A la segunda en este caso puede ir la vencida…
