«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

De dónde venimos y a dónde queremos ir

28 de mayo de 2015

Es obvio para quien tenga un mínimo de capacidad y objetividad para analizar la situación política, lo que ha determinado el resultado catastrófico del PP en estas últimas elecciones. Lo que no resulta tan fácil es señalar la razón por la cual este grupo político ha sido incapaz de darse cuenta y actuar en consecuencia.

Hay razones que vienen de largo y aquellas de tipo más inmediato, empecemos por estas segundas:

1.- Un partido político debe de tener una ideología y defenderla aunque se le critique. Debe tener unas formulas de gobierno y unos principios conocidos y claros  para que sus seguidores le sigan votando, no puede intentar contentar a todos, aunque puedan existir acuerdos puntuales. El mito del “centro” es eso un mito fabricado por la izquierda para que a los liberales y conservadores se les pueda tildar de extremistas.

2.- La tolerancia con posiciones extremas que buscan alterar el actual orden social debe ser combatida con decisión para dejar claro ante la opinión pública lo que verdad representa cada uno. De hecho hay naciones, Alemania, por ejemplo, una nación con experiencia histórica y hoy democrático, que prohíbe taxativamente determinados partidos con ideologías subversivas.

No se puede dejar en manos de la izquierda marxista la dirección de la opinión pública, favoreciendo so capa de liberalidad, cediéndole unos medios de comunicación opuestos al sistema, como se ha hecho concediendo y no reorganizando el duopolio televisivo que ha tergiversado y manipulado a la opinión pública descaradamente (aquí subyace igualmente una razón de antiguo, que fue la entrega al marxismo en su día del control de la educación y los medios, por pura debilidad intelectual de una derecha acomplejada).

No nos engañemos la sociedad actual en gran medida carece de criterios claros y es perfectamente manipulable. Como apunta el analista Oquendo en el Blog “Hay derecho”, hay ocasiones en que la humanidad se precipita al suicidio colectivo. Lo cual es algo históricamente comprobado.

3.- En la sociedad española se han producido dos tendencias divergentes, la joven clase media, no formada intelectualmente, porque de hecho se ha constituido significativamente a partir de mediados de los años 50, ha ido progresando pero una gran parte de la misma sigue sin darse cuenta de que lo es,  y continúa estancada en una dialéctica que contradice sus verdaderos intereses, fomentado este desconcierto por la segunda tendencia, la de que de una parte de las clases dirigentes formadas en el marxismo, como si fuera una nueva religión, (fracasada la URSS las teorías imperantes son las de Gramsci) desde la universidad, los medios de comunicación y el mundo llamado de la “cultura” (con el mito de la izquierda) proponiendo la revolución romántica.

Es de libro pero funciona y lo que no se percata esa clase media es que el mundo que proponen acabaría de golpe con todo su actual nivel de bienestar.

4.- Por eso los partidos tradicionales deben insistir permanentemente en estos temas y contrarrestar esta deriva por todos los medios, los votantes en cuanto seres humanos tienen  emociones, ambiciones, convicciones, el PP ha descuidado con la frialdad del opositor funcionario esos sentimientos, como si se hubieran estado dirigiendo a un consejo de administración empresarial en que solo cuentan los hechos y los resultados económicos.

¿De aquí a donde? Esa es otra terrible pregunta, una vez que se materialice el desastre, si no es corregido en las “Generales”, ¡ojala! Sufriremos una deriva negativa que pone en peligro todo lo conseguido en los últimos 60 años, gobiernos inestables y demagógicos incapaces e incompetentes manejando la cosa pública, como si fuera un juego de niños, cambiando al mundo, Zapatero fue un aperitivo  (¿le suena a alguien aquella afirmación de los soviéticos de que había que crear al “hombre nuevo” aunque eso supusiera cargarse al de siempre). Esta situación puede acabar con el sistema democrático parlamentario sin remisión.

 

Cuando un régimen acaba por imponerse solo por el principio de “un hombre un voto”, para acabar convirtiéndose en la dictadura del proletariado manejado por un politburó (No son nuevos conceptos) llega un momento que cuando peligran otros principios más fundamentales como es la libertad: la económica, la de conciencia, o se pone en peligro la propiedad privada, el libre desplazamiento, el orden público… Siempre aparece un grupo que rompe la baraja. Que luego no se quejen los dogmáticos, la clave del sistema parlamentario es la libertad no la igualdad, la alternancia, y la tolerancia hacia los adversarios.  Si el PSOE apoya a este 20% del electorado habrá firmado su sentencia de muerte como lo hizo en el 36. Terrible recuerdo pero no debemos olvidarlo. Veremos si Europa nos sirve de escudo protector o si acabamos en una situación parecida a Grecia en un par de años. ¡Que no se me diga la obviedad de que España no es Grecia! Eso es evidente, pero eso no significa que si vamos por la misma senda acabaremos igual, más tarde, pero igual.   

.
Fondo newsletter