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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El peligro de las dietas milagro

Según la Dra. Amaro, autora del tratamiento de pérdida de peso patentado como la dieta definitiva, El Método Dra. Amaro: “Todo tratamiento de pérdida de peso debe estar supervisado por un profesional de la medicina que valore el estado de salud del paciente al inicio del mismo y ver así que no existe ningún tipo de patología previa que pueda verse agravada por el tratamiento de pérdida de peso”.

Existen diferentes tipos de dietas milagro, sin embargo ninguna de ellas efectiva a largo plazo dado que la pérdida rápida de peso viene dada por la reducción de líquidos, electrolitos, reservas de glucógeno y proteínas corporales pero no de grasa. Esto hace que una vez finalizado el tratamiento, se vuelven a recuperar los kilos perdidos e incluso alguno más.

Las consecuencias negativas de las dietas milagro pueden ser de diversa índole y grado. Los riesgos más comunes son:

1. Efecto rebote, que se produce en el 100% de las dietas milagro dado que no enseñan a adquirir unos hábitos de vida saludables que se puedan mantener en el tiempo. “Aprender qué comer, cómo comerlo y cuándo comerlo es imprescindible para que un tratamiento de pérdida de peso sea efectivo y duradero. Éste es uno de los principales objetivos que  marco con cada uno de mis pacientes para que realmente, la dieta pueda ser definitiva” señala la Dra. Amaro.

2. Carencias alimenticias. Gran parte de las dietas milagro basan su eficacia en el consumo casi exclusivo de determinado tipo de alimentos y la exclusión total de otros. Todo tratamiento de pérdida de peso debe incluir todos los grupos alimenticios (frutas, verduras, carnes, pescado, frutos secos, azúcares, minerales, lácteos…) sólo así se garantizan los nutrientes necesarios para el organismo.

3. Alteraciones en el metabolismo. El metabolismo basal es el gasto energético que el cuerpo hace para sobrevivir. Éste viene predefinido genéticamente y a partir de los 30 años comienza a ralentizarse. “Nuestro cuerpo es muy inteligente y el hecho de haberlo sometido a todo tipo de dietas hace que éste ponga  en “modo ahorro” previendo que pueda llegar otro periodo de carencia”, comenta la Dra. Amaro. Aumentar el metabolismo basal debe ser, junto a la pérdida de peso saludable, uno de los objetivos de toda dieta para que sea definitiva y no se produzca el efecto rebote.

4. Alteraciones cardiovasculares, dermatológicas o hepáticas con el consecuente riesgo para la salud, sobre todo, si ya hay alguna patología previa.

5. Trastornos del comportamiento alimentario (anorexia y bulimia)

6. Alteraciones a nivel neuropsíquico como insomnio, irritabilidad, ansiedad. 

 

Claves para que una dieta sea saludable y definitiva:

1. Debe ser supervisada por un profesional médico, especializado en nutrición

2. Debe incluir todos los grupos alimenticios para que el aporte nutricional sea el adecuado y no se ponga en riesgo la salud.

3.  Debe incluir una rutina de ejercicio adaptada a los gustos y hábitos de cada persona.

4. Debe tener en cuenta el metabolismo basal del que se parte para conseguir aumentarlo.

 “Si estando a dieta nos sentimos cansados, irritables o tenemos dolores de cabeza es porque el cuerpo nos está avisando de que algo no va bien y de que hay alguna carencia. Es importante que no juguemos con nuestra salud, las consecuencias pueden ser importantes” comenta la Dra. Amaro.

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