«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.
Es licenciado en periodismo; doctor en Economía Aplicada y BA (Hons) en la Universidad de Essex (Reino Unido). Dedicado durante décadas al periodismo económico y de investigación trabajó para El País, Le Monde, Diario 16, Cambio 16, Le Soir, Avui, Radio Nacional de España y El Noticiero Universal. Fue el primer director de Intereconomía Televisión y también director editorial de Grupo Intereconomía. Entre otros premios obtuvo la Antena de Oro de la Televisión por Más se perdió en Cuba.
Es licenciado en periodismo; doctor en Economía Aplicada y BA (Hons) en la Universidad de Essex (Reino Unido). Dedicado durante décadas al periodismo económico y de investigación trabajó para El País, Le Monde, Diario 16, Cambio 16, Le Soir, Avui, Radio Nacional de España y El Noticiero Universal. Fue el primer director de Intereconomía Televisión y también director editorial de Grupo Intereconomía. Entre otros premios obtuvo la Antena de Oro de la Televisión por Más se perdió en Cuba.

Europa no tiene futuro

6 de septiembre de 2013

Ha caído un mito europeo, la finlandesa Nokia. El gigante norteamericano Microsoft se ha zampado el negocio de telefonía de Nokia por 5.440 millones de euros. Nokia fue líder mundial de ese negocio en 1998. Hoy 32.000 de sus empleados pasan como el león que pasa por el aro en llamas a ser del gigante Microsoft. ¡Así es de efímera la gloria tecnológica!

La supervivencia no sólo depende de tus patentes, ni de tu innovación, sino de tu musculatura global, capaz de generar nuevas necesidades y productos, sin cometer errores. Si eres pequeño (130.000 empleados), aunque seas innovador, a la mínima vas a perder el liderazgo. Te acaban zampando los grandes mamíferos. La empresa finesa competía desde Escandinavia, con salarios elevados y trabajadores “mimados”, no comparables con los de otras competidoras. Aun a pesar de que la mayoría ha acabado produciendo en China, pensar en el país de Sibelius resulta más caro.

La fuerza de la finlandesa –que supo adaptarse durante el siglo pasado de la celulosa, a las botas de caucho, pasando por los cables, hasta a la telefonía móvil– era, tan sólo, el precio de sus acciones. No sus laboratorios de investigación, que daban lecciones al mundo, a pesar de perder los liderazgos al entrar en el mundo de los smartphones y las tabletas electrónicas. Pierden porque lo que a 30 dólares por acción no era posible; a cuatro, sí lo es. Caen por falta de músculo financiero. La batalla empresarial global, no se casa con los débiles. Es toda una lección para los europeos que soñaron con la globalización como una oportunidad. Al menor desfallecimiento: ¡zas! Se te comen. Puede ser Microchof (que es como la llaman sus detractores) o Samsung, pero te comen.

Segunda lección que proporciona el cambiante mundo de las tecnologías: el predominio en un producto (en este caso los móviles) puede durar 10 años, más allá de eso no hay vaticinios. Recuerdo un paseo por Espoo, la sede de Nokia, con uno de sus entonces directivos. Me dijo: “Nuestra mejor arma, para mantenernos arriba, es que hemos enseñando al mundo cómo usar el móvil de manera sencilla e intuitiva”. Reglas lógicas, pero perecederas. Los usuarios de móviles se fueron con otra y Nokia perdió su primacía.
Vuelve a pasar con Nokia, lo que antes protagonizó Google, los creadores del sistema operativo Android, zampándose la histórica Motorola. Aquello ocurría en 2011, el resto ha sido una concentración brutal. Buscan una integración de negocios entre dispositivos portátiles, sistemas operativos, generadores de aplicaciones y prestadores de servicios tecnológicos. Por mucho que Nokia sea un aporte clave de la economía finlandesa (en términos de porcentaje del PIB) se deshace en manos de Microsoft, que en realidad la compra por el temor de perder comba ante Google, Apple o Facebook. Quieren tener la misma cuota de mercado que Microsoft llegó a tener en el mundo de los ordenadores personales. La pregunta es si a los usuarios nos fue mejor con el gigante.

.
Fondo newsletter