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el presidente izquierdista acumula varias derrotas políticas consecutivas

Nuevas ‘leyes malditas’ y denuncias de fraude electoral emergen en el horizonte boliviano

Foto: Facebook de Luis Arce
El presidente de Bolivia, Luis Arce. Facebook

El régimen de Luis Arce Catacora y el Movimiento al Socialismo (MAS) ha vuelto a ser derrotado por la sociedad civil organizada. Con la abrogación de la Ley N° 1386 de Ganancias Ilícitas este martes 16 de noviembre, Arce acumula al menos seis derrotas consecutivas en apenas un año como presidente de Bolivia, pero esta no ha sido una derrota cualquiera, sino una victoria en defensa de los derechos individuales de propiedad privada, el Estado de Derecho y la presunción de inocencia.

La victoria contra las pretensiones del MAS por abolir la propiedad privada en Bolivia no ha sido fácil. En un principio no fueron pocos quienes manifestaron escepticismo sobre su éxito, pues no parecía haber suficiente apoyo por el golpe de la pandemia. Si acaso estas iniciativas eran comparadas con el paro de 21 días que provocó la renuncia y huida de Morales en 2019, luego de su monumental fraude, manifestaciones que fueron finalmente frustradas luego del gobierno de Áñez y el retorno de la órbita del MAS al poder.

Más aún, Luis Arce incluso decidió enviar a las Fuerzas Armadas a Santa Cruz -la ciudad con el paro más contundente- para celebrar una parada militar por su aniversario en el poder (como nunca había sucedido). Una parada que luego fue suspendida por los riesgos que implicaba llevarla adelante. Se puedo deducir que no se trató más que de un burdo intento de intimidación a la ciudadanía que guardaba vigilia.

Asimismo, el régimen de Arce también envió grupos de choque en vehículos que habían sido incautados al narcotráfico por la Dirección de Bienes Incautados (Dircabi), que depende del Ministerio de Gobierno, para que desbloquearan las calles y avenidas cruceñas con la pasiva mirada o incluso la protección de la Policía.

Y por si fuera poco, el vicepresidente de Luis Arce, David Choquehuanca, amenazó a la ciudadanía diciendo lo siguiente: “no despierten la ira del inca, porque el pueblo defenderá la democracia”. 

No obstante, luego de nueve días de una resistencia pacífica cada vez más contundente donde se fueron sumando cada vez más sectores (gremiales, transportistas, cooperativistas y comités cívicos), el paro ciudadano finalmente venció: la Ley N° 1386 de Ganancias Ilícitas finalmente fue abrogada en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP).

Desde el gobierno central dijeron que el paro había sido organizado para buscar la impunidad de quienes enfrentan juicios por el supuesto golpe de Estado de 2019 contra Morales; que la ley había sido elaborada contra la corrupción y para iniciar la reforma del Poder Judicial; que el paro y las manifestaciones no tenían sentido porque estaban fundadas en mala información y, en todo caso, en una campaña de desinformación de los grandes medios de comunicación.

A pesar de todo, y sin reconocer del todo su derrota, el vocero presidencial Jorge Richter, afirmó que “es necesario también tener otras formas de socializar una ley”, que “es una lección aprendida”. 

De igual forma, los argumentos que ha presentado el MAS en la ALP para abrogar la Ley N° 1386, van en la misma línea de Richter: que la ley se abroga por nuevos intentos de desestabilizar a Arce.

Lo mínimo que se espera en consecuencia es que Arce aborde un cambio de gabinete, de acuerdo a lo que las propias filas disidentes del MAS demandan. Sin embargo el conflicto no ha terminado: el paro fue levantado la noche de este martes, pero de manera temporal, pues el MAS acaba de promulgar la la Ley N° 1407 de Plan de Desarrollo Económico y Social 2021-2025, que termina con las autonomías en el país, tanto de las gobernaciones como de alcaldías y universidades públicas, que ya preparan medidas de presión para abrogarla.

Con la abrogación de la Ley N° 1386 Luis Arce, Evo Morales y el MAS llevan ya varias derrotas en este último año, entre las que destacan:

-En las elecciones departamentales y municipales de marzo de 2021, el MAS recibió la mitad de votos que en las elecciones de octubre de 2020.

-El MAS fue derrotado en su pretensión de tomar la Asociación de Productores de Hoja de Coca de La Paz (Adepcoca).

-La Corte Interamericana de Derechos Humanos le dijo a Morales que ser un tirano no constituye Derecho Humano alguno.

-Los mercados de capitales le bajado el pulgar a los bonos soberanos con los que Arce pretendía financiar el Presupuesto General del Estado 2021.

-Arce detuvo en octubre el proyecto de Ley N° 218, que también se dirigía contra las “ganancias ilícitas”. 

-Arce y el MAS se ven forzados a abrogar la Ley N° 1386.

No obstante, y para mayor colmo, Arce y el MAS tienen un frente de batalla pendiente, considerablemente más desafiante y al que solamente el tiempo terminaría dando tregua desde 2019: uno de los argumentos que el régimen ha presentado de manera insistente para que el “paquete de leyes malditas” sea aprobado, es que, a fin de cuentas, fueron votados por el 55% de los electores en las elecciones de 2020. 

Empero, las denuncias que realizó Rosario Baptista Canedo al haber presentado recientemente su renuncia al Tribunal Supremo Electoral (TSE), pueden terminar alentando a la ciudadanía a protestar en la misma proporción que lo hizo en 2019, si acaso no se realiza una auditoría al padrón electoral.

Esto es especialmente grave, porque se trata de las denuncias más graves desde la auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA) en 2019.

Desde luego, el TSE lo sabe. Por eso, el órgano en pleno convocó a una conferencia de prensa la noche de este miércoles para descalificar a Baptista, aseverando que sus denuncias son “temerarias” y “fantasiosas”.

Óscar Hassenteufel, presidente del TSE, además agregó en el extenso comunicado de la institución: “La ex vocal llega a poner en cuestión todo el sistema político electoral del país, lo hace como un acto demagógico y sin ninguna referencia concreta y menos aún con pruebas”.

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