«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Dos testigos, claves

Un inmigrante marroquí, detenido por violar a una joven en pleno centro de Milán

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Carabinieri. Europa Press.

La delincuencia que está viviendo en los últimos tiempos la ciudad de Milán, con la inmigración como telón de fondo, está haciendo saltar las alarmas en Italia. Il Giornale ha informado este jueves del último caso de violencia protagonizado, en esta ocasión, por un inmigrante marroquí.

El diario italiano recoge la historia de una chica universitaria de 20 años que fue asaltada y violada por un inmigrante magrebí de 29 años en un barrio noble de Milán, a un tiro de piedra de la Universidad Bocconi, una de las más prestigiosas de Italia.

La madrugada del 6 de febrero, a las tres y media de la noche, en la calle Roentgen, una pareja de novios paseaba providencialmente cuando vieron a la joven siendo agredida por el inmigrante. La universitaria, de 20 años, forcejeaba intentando librarse del agresor, cuando los gritos de los testigos hicieron que éste saliera corriendo, huyendo de la escena del crimen.

La pareja, junto con la víctima, han ayudado a las labores de investigación que han llevado a la captura del autor de la violación. El marroquí de 29 años fue detenido el miércoles por la mañana en el distrito de Stadera, una de las zonas marginales del sur de la ciudad italiana.

La noche de la violación, la joven fue atendida en la clínica Mangiagalli, a dos kilómetros del lugar de la agresión, a donde llegó en estado de shock. Entre lágrimas explicó que pasó la noche en el centro con sus amigas. A las tres de la madrugada se encontraba esperando el tranvía en la parada de Viale Bligny con la intención de volver a casa. Estaba sola, y en ese momento fue abordada por el marroquí, con la excusa de fumar un cigarrillo juntos en via Rontgen.

Entonces, el agresor intentó besar a la chica, siendo rechazado por la chica. Ella trató de escapar, pero el inmigrante la empujó contra el capó de un coche y abusó de ella.

Gracias al relato de la estudiante, al de la pareja que la socorrió, al análisis de las imágenes de vídeo de las cámaras de la zona y a la señal GPS del móvil que le robaron, se ha conseguido identificar al presunto culpable. Además, se encontró una huella de la palma de la mano del detenido en el capó del coche donde se produjo la violación. “No fui yo, nunca lastimaría a una mujer”, alegó el marroquí ante el juez. Va a ser difícil que le convenzca.

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