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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

¿Alfil Alberto o Chirolita Fernández?

BUENOS AIRES.- América del Sur enfrenta un nuevo plan de desestabilización regional que tiene como protagonistas al Foro de San Pablo, el chavismo y otros fanáticos afines de la izquierda progresista. No hace falta que identifiquemos a los operadores políticos que han orquestado la violencia en Ecuador, Chile y Argentina. Con escuchar la incontinencia verbal del venezolano Nicolás Maduro es suficiente (ver video). Con saber quienes son sus socios y simpatizantes, nos basta y sobra.

Un intento de golpe de Estado en Ecuador durante la primer semana de octubre y las revueltas contra el presidente peruano Martín Vizcarra que se vio obligado a disolver el Congreso. Ahora la violencia social en Chile. Quieren derrocar al presidente Sebastián Piñera que asumió legítimamente la presidencia en 3/2018 con el 54,5 % de los votos en Segunda Vuelta.

Al mismo tiempo tuvieron lugar las Elecciones Generales en Bolivia el pasado 20/10/2019 con denuncias de fraude, y el 27/10 las contiendas electorales de Argentina y Uruguay.

Simultáneamente se juzga la corrupción política de líderes de izquierda. Algunos han sido condenados como el brasileño Lula Da Silva. Otros están en la mira como el ecuatoriano Rafael Correa, que tiene pedido de prisión preventiva por delitos de cohecho, asociación ilícita y tráfico de influencias. El ex presidente ahora conduce el programa de televisión «Conversando con Correa» en el polémico canal ruso RT (ex Russia Today).

Está muy claro que los nuevos conflictos han sido orquestados como parte de un plan revanchista que busca reivindicar esa clase política que está arrinconada por la Justicia en varios países y pretende autoprotegerse o reimpulsarse a través del nuevo Grupo de Puebla lanzado el 14/7/2019 en México. Varios de sus integrantes están acusados en graves casos de corrupción.

La consecuencia final será más división, mas enfrentamientos y descontento para beneficio de los grandes poderes que quieren que nuestra región continúe siendo una parcela de hierba periférica.

La integración regional a través de ideologías partidarias o eje progresista latinoamericano que proponen Alberto Fernández, Marco Enríquez Ominami, y formadores de opinión como Pedro Brieger, está destinada al fracaso. No solamente por ser sectaria desde el punto de vista político generando enconos supranacionales. Sino por que se apoya en un proceso hegemónico diseñado en Francia. Potencia occidental que se adjudica el tutelaje de nuestros pueblos desde hace más de un siglo y medio.

Hugo Chávez y Nicolás Maduro se inventaron un Simón Bolívar de bolsillo para uso personal. El caudillo venezolano jamás habló de Latinoamérica.

En apariencia es sólo una puja de partidos de izquierda contra el neoliberalismo representado por los conservadores y centroderecha regional. Bolsonaro, Duque, Piñera, Macri, etc.. Sin embargo es necesario observar quienes son los que se benefician desde el punto de vista geopolítico.

¿A quien favorece la violencia separatista en Cataluña y el desarrollo de una revolución progresista en el continente americano? No es casualidad que ambos sucesos ocurran al mismo tiempo. Son los intereses franceses los que aparecen como denominador común.

Es la ascendencia franca de un sector de la población catalana la que pugna por su separación del resto de España. La misma condición étnica que se siente cómoda en el histórico Rosellón con una administración central en París. Desde allí se estimula el separatismo catalán del otro lado de los Pirineos y el encono contra las políticas de Madrid.

En 3/2019 un nutrido grupo de senadores franceses de diferentes partidos se pronunciaron a favor del proceso separatista catalán. Destacamos a François Calvet del departamento de los Pirineos Orientales. Así mismo, en una tribuna de Le Journal du Dimanche del 1/9/2019, 52 diputados franceses apoyaron los argumentos nacionalistas del 1-O, entre ellos Jean-Luc Mélenchon, Jean-Christophe Lagarde, François Ruffin, Alexis Corbiére, Michel Castellani y André Chassaigne.

Una Cataluña independiente debilita la nación española y su natural proyección en el continente americano. Objetivo bicentenario de la política francesa. ¿Hace falta que hablemos otra vez de la Dinastía Bonaparte? Un separatismo catalán vencedor se convierte inmediatamente en satélite político de París.

De hecho, Pasqual Maragall y Artur Mas intentaron que Cataluña formara parte de la Organización Internacional de la Francofonía (OIF) en 2005 y 2014, respectivamente. Una unión de Estados francófonos pensada en Paris para mantener su influencia cultural y política en el resto del mundo. Inclusive algunos separatistas llegaron a delirar que el F. C. Barcelona jugase en la liga de fútbol francesa.

En América los partidos de izquierda siempre han actuado bajo la tutela de los intelectuales franceses, al igual que buena parte del socialismo español. Iberoamérica carece de una izquierda autóctona representativa. La mayoría han hecho propio el relato que dice que Francia es la cuna de la libertad y la campeona en la lucha de clases, debido a la buena prensa que ha tenido la Revolución Francesa de 1789.

Francia ha sido el refugio de casi todos los revolucionarios exiliados durante más de un siglo. París los apaña y los engorda como pollos de gallinero.

No es casualidad que casi toda la izquierda regional promueva el latinoamericanismo, un proyecto regenerador diseñado por los intelectuales franceses (leer más). Los dirigentes sudamericanos no han sabido separar sus reivindicaciones sociales de los planes geopolíticos de la potencia francesa. Todas nuestras identidades culturales van a desaparecer si se continúan promoviendo las ideas raciales de Michel Chevalier.

Tampoco es casualidad que los primeros españoles en adherir a esas ideas fueron los republicanos Francisco Pi y Margall, Emilio Castelar y Fernando Garrido Tortosa, junto a la Renaixença catalana amiga del felibrismo occitano.

Francia no quiere firmar el acuerdo Mercosur – UE por que teme que los sudamericanos tomen vuelo propio. Apoya el progresismo revolucionario en nuestro continente por que cumple con los postulados de Chevalier y Luis-Napoleón. De esa manera anulan las pretensiones sudamericanas de existir como poder soberano.

Sin embargo debemos advertir que una Cataluña violenta y en conflicto permanente, puede convertirse en foco del crimen organizado, terrorismo y tráfico de drogas, que tarde o temprano terminará perjudicando a los franceses.

De la misma manera que España está resolviendo el problema en Cataluña aplicando la Ley en el juicio del ‘procés’, los sudamericanos debemos hacerla valer contra los corruptos que pretenden perpetuarse en la política de nuestros países y los cabecillas que están promoviendo la violencia en Sudamérica. Hacer valer la Ley sin banderas políticas.

No es posible que el delito sea bien visto en revolucionarios y la aplicación de la Ley como una represión peor que el delito.

Alberto Fernández ha vencido en las elecciones generales del 27/10/2019 con el 48 % de los votos en Primera Vuelta. Tendrá que gobernar con un Congreso muy equilibrado. Se espera que renegocie la deuda con el FMI contraída por Mauricio Macri. Que tome medidas urgentes contra el hambre y desesperación de miles de argentinos excluidos. Que fomente el consumo, reimpulse nuestra industria y el trabajo. Todas cosas que el peronismo sabe hacer muy bien.

En el ámbito judicial el abogado Fernández no debe olvidar que lo acompaña una vicepresidenta que tiene trece procesamientos, seis pedidos de desafuero y siete de detención. El 52 % del electorado votó en contra de CFK.

Si el Dr. Fernández propicia el olvido de los delitos administrativos cometidos durante la gestión de la ex Presidenta (2007-2015) o algún acuerdo de impunidad con el gobierno saliente, el electorado se lo hará saber en las próximas Elecciones Legislativas.

En materia de política exterior el alfil Alberto Fernández debe saber aprovechar el libre comercio que nos proponen los grandes países protegiendo al mismo tiempo nuestras producciones.

El único proceso autóctono de integración regional es el Mercado Común del Sur (Mercosur) con probados éxitos comerciales y económicos durante casi 30 años.

Sudamérica surge de una idea emancipadora que se remonta a nuestra Declaración de la Independencia de 1816, que Brasil, Paraguay y Uruguay aceptaron como propia.

Fernández debería aprovechar la fuerza del Mercosur para contrarrestar el temido zarpazo de Gran Bretaña liberada por el Brexit y no participar en discusiones estériles con el presidente Donald Trump. Enfrentar sin ingenuidades la injerencia de la potencia rusa. Vladimir Putin armó a los bravucones chavistas que ahora nos desafían promoviendo la violencia en la región con ‘tufillo cubano’, según palabras del senador Pichetto. Lo hizo para sacar tajada de nuestras debilidades.

Mientras tanto, China sigue avanzando sin apuro y sin pausa, al mismo tiempo que miles de trabajadores argentinos mendigan en la calle.

El ex presidente Eduardo Duhalde (ver foto) se refirió hace unos meses a la ideología kirchnerista retornando al poder. «Un gobierno de esas características no sólo que no va a ser ayudado sino que sería atacado de forma internacional» (20/1/2019). Si Fernández vuelve a cometer los errores del pasado terminaremos dándole la razón al caudillo lomense.

El Dr. Duhalde con gran visión estratégica impulsó la Comunidad Sudamericana de Naciones siguiendo el ejemplo europeo. Todos recordamos la histórica Declaración de Ayacucho del 9/12/2004. Sus continuadores perdieron el tiempo discutiendo, le cambiaron el nombre y la transformaron en un chiquero político del chavismo, hasta que prácticamente desapareció de la escena internacional.

El presidente electo Dr. Alberto Fernández, tiene dos caminos posibles en política exterior. Aceptar el desafío de convertirse en alfil de una gran partida de la justicia y las relaciones internacionales. O ser otro Chirolita manejado por voluntades ajenas.

En el ajedrez alfonsí los alfiles u obispos representaban personajes muy preparados e influyentes. Se espera y se desea fervientemente que el Presidente electo tenga la sabiduría necesaria que demandan sus nuevas funciones.

A Chirolita lo conocemos todos (ver video). Es un petisito de buena madera manejado por Mister Chasman que nos ha hecho reír durante muchos años. MGB 2/11/2019.

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