BUENOS AIRES.- Nuestro idioma nos sorprende todos los días cuando se trata de expresar ideas con la mayor precisión. Siempre hay una palabra mejor para utilizar según quien la emplea o lo que se pretende decir. En Argentina se ha popularizado la palabra coimero como sinónimo de quien solicita dádivas o acepta sobornos. Vocablo de origen incierto que según dicen algunos proviene de las casas de juego. Desde hace tiempo se lo emplea muy a menudo para referirse a la corrupción en la función pública.
En una época de globalización inclusiva y lucha contra la corrupción, la figura del general Roca es una de las más antipáticas e impopulares para evocar.
Pero los argentinos tenemos un vocablo mucho mejor y más autóctono para referirnos a los negociados de la política: el verbo atalivar creado por el educador Domingo F. Sarmiento. La palabra resume el modo de actuar de Ataliva Roca, hermano de uno de los presidentes más inescrupulosos que tuvo el país: el general Julio Argentino Roca (San Miguel de Tucumán, Arg. 1843 – Buenos Aires, 1914).
Ataliva era el encargado de los chanchullos y actividades ilícitas ligadas a las prebendas del Estado, contrataciones, repartición de tierras indígenas y otros negociados. Atalivar es corromper, coimear, untar, armar un negociado con el Estado, y por supuesto reírse de todos los argentinos. En nuestro país está prohibido atalivar y se pena con la Ley.
El corolario de la Batalla de Caseros (3/2/1852) no fue la sanción de la Constitución de 1853 sino el inicio de los grandes negocios que enriquecieron a vencedores y aliados extranjeros. La corrupción roquista es sucesora de la inaugurada por los apóstatas de Caseros, pero llevada a su máxima expresión.
Negocios y negociados del progreso nacional. Concesiones ferroviarias, repartición de tierras aledañas a las trazas, especulación financiera al compás londinense, y apropiación de tierras patagónicas a sangre y fuego. El país lanzado a una «verdadera orgía constructora» (*) durante el gobierno del presidente Juárez Celman, concuñado del general Roca.
¿Quién puede negar que la Conquista del Desierto (1878-1884) comandada por el general Roca fue uno de los hechos más sanguinarios y crueles de nuestra historia? Un desierto habitado por pueblos indígenas llevados al borde del exterminio. Solamente en EE.UU., Sudáfrica y la India, podemos encontrar casos de tal magnitud.
Si algo le faltaba a los medios de la región es la aparición de un nuevo roquista. Daniel Hadad se puso a estudiar historia y encontró un prócer para sentirse argentino. «El presidente más importante en la Historia Argentina fue Julio Argentino Roca» (24/10/2018) afirma el empresario porteño de medios.
Si Hadad hubiera vivido en aquella época probablemente habría hecho buenas migas con Ataliva Roca, pero suponemos que sus antepasados todavía usaban turbante por algún lugar de Siria o el Líbano. Igual que los de Carlos Slim.
Esto que decimos responde a la idea que se ha formado mucha gente acerca de Daniel Hadad, que junto a Raúl Moneta y José Luis Manzano (Samuel Apfelbaum), forman la trilogía mediática surgida durante la administración Menem. Una época de ataliveos sin control en que la Justicia argentina quedó a merced de los más inescrupulosos.
Cuando muchos pensaban que Hadad estaba fuera de juego después de haber vendido el canal de cable C5N y sus radios, reapareció como si fuera un hombre impoluto sin pasado. Aprovechando la arremetida del gobierno de Macri contra el Grupo Indalo, dio a entender que aquella venta fue compulsiva o que lo apretaron para quedarse con sus medios. También confesó que lloró y fue a psicólogo por todo este asunto. «Me costó horas de análisis» (6/3/2017) declaró el CEO de Infobae.
El 8/11/2018 agregó que el kirchnerismo le había ofrecido un pozo petrolero a cambio de echar al periodista Marcelo Longobardi de Radio 10. Parece un chiste o una fantasía creer que el periodismo de Longobardi pueda valer tanto.
Hadad se alineó cómodamente a los medios hegemónicos y buscó el apoyo del Grupo América de Vila-Manzano, Belocopitt y Eurnekian. Es ahí donde lo reciben amistosamente y lo presentan al público como un ‘maestro del periodismo’. Sin embargo otros lo califican de ‘testaferro periodístico’ y ‘buchón de los servicios de inteligencia’. Recordemos como fue su vuelta al primer plano el 6/3/2017 (ver video).
Después de haber cultivado casi toda su vida el desapego a nuestra cultura y el extranjerismo, Hadad busca identidad nacional ensalzando la figura del general Roca, a quien le adjudica los grandes logros nacionales.
A pesar de sus ansias de vedetismo, el empresario de medios fue desnudado varias veces. Los periodistas argentinos Romina Manguel y Javier Romero hace tiempo publicaron el libro «Vale Todo» (Ediciones B, 2004) (ver foto), una biografía no autorizada de Hadad con prólogo de Jorge Lanata. Su título resume un modo de actuar que no tiene relación con las clases del posgrado al que asistió en Navarra (España) ni con sus vínculos con la Obra.
Según el libro, para Daniel Hadad vale todo en el juego de la comunicación. Desde la extorsión periodística hasta la utilización de dinero sucio de la política cuando la actividad de medios es sólo un rubro más para hacer grandes negocios o acumular poder.
El ex diputado y periodista Miguel Bonasso publicó en su momento un informe muy completo sobre las actividades de Hadad, en el diario Página 12. También el periodista mendocino Christian Sanz, autor del libro «La larga sombra de Yabrán» (Ed. Sudamericana. 1998), se ocupó de la trayectoria del empresario porteño.
No obstante, habiéndose cumplido 20 años del suicidio del narcoempresario postal Alfredo Yabrán, hay algunos puntos oscuros en la vida de Hadad como para tomar en serio sus disertaciones (ver video 24/10/2018).
Algún día sabremos cual fue el verdadero origen del dinero que utilizó para adquirir y montar sus primeras radios y televisión, y como fueron sus relaciones con el siniestro Yabrán. Recordemos las palabras del ex ministro Domingo Cavallo: «Hadad no me cabe duda que trabaja para Yabrán» (17/8/1995).
Ahora el empresario ha sido señalado en la causa de los cuadernos de la corrupción. En las anotaciones del chofer Oscar Centeno aparecen los medios de Hadad, Radio 10 y Canal 9, como destinatarios de sobres misteriosos. Estos habrían sido entregados por el empleado de Roberto Baratta, mano derecha del ex ministro Julio De Vido, al Sr. Pablo de Luca los días 29/3/2006, 19 y 21/4/2006. ¿Qué contenían esos sobres?
Sin embargo el portal digital Infobae está superando a Clarín y La Nación en cantidad de paginas visitadas y reproducciones de video, según las mediciones de Comscore.
En estos últimos meses ingresó como socio Tomás Eurnekian. Sobrino del empresario de origen armenio Eduardo Eurnekian, otro de los favorecidos por el ex presidente Carlos Saúl Menem. Este habría incorporado un capital a Infobae que rondaría los US$ 10 millones de dólares con el objetivo de expandirse en la región emulando al global español El País.
Vale la oportunidad para recordar que Eduardo Eurnekian también es investigado en la causa de los cuadernos de la corrupción, donde aparecen anotaciones que comprometen a otro de sus sobrinos, Hugo Eurnekian. El chofer Centeno llevó a Roberto Baratta y su secretario Nelson Lazarte a buscar bolsos con dinero los días 8 y 29/8/2013 y 17/9/2013 a las oficinas de Eurnekian. Las entregas habrían tenido lugar en el Piso 41 de Av. del Libertador 4444, Bs. Aires. Se trata del mismo edificio donde Daniel Hadad tiene su famoso dúplex.
El empresario Hadad también quiere ser global generando contenidos propios en otros países. Recientemente abrió oficinas en México y está listo para cantar Cielito Lindo o campear el país azteca.
Recordemos las palabras de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner acerca del medio fundado y dirigido por Daniel Hadad: «Me parece que es un portal de los más importantes que hay no solamente en la Argentina sino que ya tiene una relevancia a nivel global en todo lo que es habla hispana. Me parece que están abajo de El País nada más» (14/9/2017).
¿Por cuanto tiempo? No será por mucho si le damos crédito al libro «Prisa, liquidación de existencias» (Foca/Akal, 2018) escrito por el periodista argentino radicado en España, D. Luis Balcarce, Jefe de Redacción de Periodista Digital, uno de los medios más importantes de la península ibérica.
Lo cierto es que además de El País, en México hay otros portales que merecen gran credibilidad. Por ejemplo: Debate, El Universal, Aristegui Noticias, Milenio, Reforma, Proceso, La Jornada, SDPNoticias, El Informador, Vanguardia, etc. ¿Será posible que el empresario argentino pueda superarlos?
Infobae es un excelente portal, pero con la estampita de San Roca permítasenos dudar acerca de su éxito internacional. En una época de globalización inclusiva y lucha contra la corrupción, la figura del general Roca es una de las más antipáticas e impopulares para evocar.
Los años de Roca no son para añorar y mucho menos emular. Efectivamente fue uno de los padres del Estado prebendario argentino. Una época marcada por el clientelismo y el fraude electoral. El general Julio Argentino Roca fue presidente de un país gobernado por una minoría mezquina e indolente. Una población reducida prácticamente al estado de servidumbre. La Argentina de Roca fue uno de los países más injustos de Occidente comparable en algunos aspectos a las administraciones anglohindúes y sus celebres cipayos.
Después se preguntan por qué apareció el radicalismo de Alem e Yrigoyen, Juan Domingo Perón y el peronismo, y de donde viene tanto resentimiento o grieta social argentina. Estos movimientos populares emergieron por que se había llegado a un grado de explotación intolerable.
Afortunadamente el roquismo se acabó hace tiempo cuando su hijo Julito, es decir el vicepresidente Julio Argentino Roca (h.) con el asesoramiento de Raúl Prebisch, terminaron de vender lo poco que quedaba de soberanía económica argentina al Imperio Británico, con el vergonzoso Pacto Roca-Runciman en el año 1933. MGB 6/1/2019.
(*) La expresión «verdadera orgía constructora» fue utilizada en el año 1888 por el diario La Razón. Historia Viva 1816-1966. 150 Años de la Vida del País en las Entrañas del Mundo. Pág. 79. Impreso en La Razón. 7/1966. Av. de Mayo 729, Buenos Aires, Argentina.
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