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La cifra de apertura de ‘El niño’ ha alcanzado todas las expectativas posibles, superando en su estreno al taquillazo de ‘Ocho apellidos Vascos’. ‘El niño’ sigue capitaneando la taquilla, por encima de blockbusters como ‘Hércules’ o ‘Líbranos del mal’. El cineasta Daniel Monzón vuelve a conquistar a los espectadores y a la crítica con una cinta de acción y suspense de calidad tras su anterior hito ‘Celda 221’.
‘El niño’ es un thriller que retrata el narcotráfico en pleno Estrecho de Gibraltar, una tierra a la que el cine español raramente ha prestado atención y que Daniel monzón consigue retratar de un modo loable. A los pocos minutos de arrancar el filme el espectador es testigo de una persecución al más estilo Hollywood, y no será la única; sin embargo, ‘El niño’ no cae en el error de acribillar al espectador con tiroteos constantes ni violencia gratuita, El niño es un thriller elegante, más calmado, con diálogos verosímiles y personajes bien construidos. La película está muy bien producida y destacan las secuencias de persecuciones aéreas por su técnica y planos impactantes ante los que el espectador no podrá apartar la mirada.
Uno de los detalles más interesantes de la cinta es que está narrada a través de dos puntos de vista diferentes dentro del mundo del narcotráfico. Por un lado, el punto de vista de los agentes antidroga, donde encontramos al carismático Luis Tosar como Jesús y a Bárbara Lennie como Eva, dos agentes inmersos en operaciones para detener nuevas redes de tráfico de cocaína en el Estrecho. Por otro lado, en el bando de la delincuencia tenemos a El niño interpretado de manera correcta por Jesús Castro y a El compi, representado por Jesús Carroza, sin duda una de las mejores actuaciones por su naturalidad y que además aporta a la película el desahogo cómico. Estas dos miradas contrapuestas sobre la delincuencia, la miseria y la droga se va alternando de una manera equilibrada hasta cruzarse y cerrar la historia.
Otro punto a favor de ‘El niño’ es el escaso protagonismo que tiene la trama amorosa y sexual, recursos que Hollywood y el cine español -en su mayoría- no tardarían en explotar e introducir con calzador en la cinta. Muy al contrario en ‘El niño’ se nos muestran de la manera justa y necesaria, otorgando más protagonismo al retrato de los personajes, su personalidad, sus temores y sus sueños. Personajes jóvenes que intentan prosperar en sus vidas por el camino arriesgado que supone el narcotráfico pero que proporciona grandes beneficios. ‘El niño’ es la trampa en la que muchos caen diariamente, el juego del gato y el ratón, donde en esta ocasión el gato vuela y el ratón corre sobre el agua. Una de las pegas más evidentes que encontramos en esta cinta es su excesiva duración, tal vez se podría haber logrado el mismo resultado en algo menos de tiempo, el segundo acto puede resultarle lento a más de un espectador; si bien, llegados al final el ritmo se recupera.
