El católico ante el liberal y el socialismo

Al socialista el católico debe decirle: 1. No sólo de pan vive el hombre. 2. La propiedad privada es de derecho natural 3. El Estado debe ayudar a la Iglesia con su obra social mejor que pretender sustituirla jugando al electoralismo populista que busca el propio interés. Al capitalista el católico debe decirle: 1. No se puede servir a dos señores: a Dios y al dinero 2. Ayudar al prójimo necesitado no es una opción sino un deber 3. El gobierno no es un mal necesario, sino un bien de derecho natural y divino, y no es corrupto por naturaleza, sino que se corrompe cuando hay gobernantes que por culpa del liberalismo laicista han perdido el temor de Dios. Por otro lado, el Papa Pío IX condenó el liberalismo, el Papa León XIII el capitalismo y la masonería, y el Papa Pío XI el comunismo y el nacionalsocialismo; condenas que en mayor o menor medida se han ido recordando en el resto de Pontificados, y el perenne Magisterio de la Iglesia no «pasa de moda» como tan acostumbrado está a eso el mundo moderno progresista.