BENEDICTIO EQUORUM ET ANIMALIUM, IN DIE SANCTI ANTONII ABBATIS, FACIENDA.
Recordará el querido lector que el pasado año, al tratar en uno de estos artículos la fiesta de San Antón en Roma, mencioné, ciertamente un tanto de pasada, como el Rituale Romanum recogía fórmulas de bendición para aves, abejas, ovejas, gusanos de seda, vacas, caballos, etc. Sin embargo, también existió una específica de bendición de animales para el día de su santo patrón, no recogida en aquel libro litúrgico. El origen de la misma resale a cuando el cardenal Próspero Lambertini -futuro Benedicto XIV- siendo arzobispo de Bolonia, ordenó sustituir las variadas fórmulas que a tal efecto utilizaban los sacerdotes de su diócesis por la que los antonianos habían popularizado en Roma, «pues a todos es patente cuánto importa la uniformidad en las Sagradas Ceremonias, sin dejar lugar a que cada uno las invente según su capricho».
Como en 1764, el agustino fray Juan Facundo Raulín tradujo al castellano todas las instrucciones pastorales del cardenal Lambertini, y entre ellas la relativa a la bendición de animales, pronto se difundió dicha fórmula romana entre nosotros, como denota su penetración entre nuestros rituales diocesanos.
V. Adjutorium nostrum in nomine Domini. R. Qui fecit coelum et terram. V. Domine, exaudi orationem meam. R.
Et clamor meus ad te veniat. V. Dominus vobiscum. R. Et cum spiritu tuo.
Oremus.