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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

La masculinidad tóxica, la excusa para ignorar el maltrato masculino

El último anuncio de la marca Gillette ha levantado mucho revuelo. Desde todos lados hemos podido ver posiciones a favor y en contra, con diversos argumentos. Sin embargo, pocos han hablado de como este tipo de mensajes sirven como cómplice necesario para que el maltrato masculino continúe invisibilizado.

¿Es cierto que hay más mujeres maltratadas que hombres maltratados? Si, es cierto. Los hombres maltratados son minoría, ¿debemos por ello hacerles menos caso? No hay que olvidar que, por suerte, las mujeres que sufren maltrato físico o psicológico por parte de sus parejas son minoría sobre el total de mujeres en relaciones en nuestro país. Y nadie niega que tenga que ser un colectivo que deba ser protegido, porque en el fondo son víctimas de maltrato. Pero además son mujeres. Los hombres maltratados no tienen eso.

Anuncios como el de Gillette, que pueden servir para visibilizar el problema sobre un colectivo también tienen un efecto contrario en el resto. Si en un medio masivo, comercial, con repercusión en redes sociales, se presenta a los hombres y su masculinidad como tóxica el mensaje que va de la mano es: un hombre no puede ser víctima. Y si un hombre maltratado no puede ser víctima, el maltrato masculino no puede ser delito. Porque no hay crimen si no hay víctima. ¿Y para que legislar sobre algo que no es un crimen?

Es más, ¿por qué nuestro sistema político debería preocuparse de ellos? Porque cada paso dado en conseguir un mejor trato a los hombres maltratados, se tiene como un paso contra la ideología de género. Y eso hace perder votos. Si nuestra sociedad solo acepta a un tipo de víctimas, estaremos permitiendo la impunidad del maltrato masculino.

Visualizar solo a los hombres como maltratadores les niega la posibilidad de ser víctimas. Con las herramientas de nuestro sistema legal es complejo articular una defensa sólida. En Patón y Asociados nos avalan años de experiencia en la defensa de los hombres maltratados, siendo el bufete con mayor experiencia acumulada en este tipo de casos.

Por Juan Rivera Crespo, de Patón y Asociados

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