'Ser es defenderse'
Ramiro de Maeztu
Arrollador triunfo de Roca Rey en las Fallas de Valencia
Arrollador triunfo de Roca Rey en las Fallas de Valencia
Andrés Roca Rey llevado en hombros. Equipo de Prensa Roca Rey
Por La Economía del Toro
19 de marzo de 2024

Tras una primera comparecencia en la que no pudo lucirse como esperaba el respetable debido a la decepcionante corrida de Victoriano del Río, Andrés Roca Rey se desquitó 24 horas después, acompañado en el cartel por José María Manzanares y Alejandro Talavante. Llegado el tercero de la tarde, el astro peruano se topó con Leguleyo, un gran toro de Jandilla, con el que firmó una brillante actuación. 

Bien presentado y animoso, el burel pasó testimonialmente por el caballo puesto que la máxima figura del escalafón prefirió reservar sus fuerzas para el tercio de muleta. Con la tela roja, Roca Rey empezó arrodillado y cambiando al toro por la espalda, antesala de lo que estaba por venir, que ya no sería un toreo de impacto sino de mando y dominación. 

La calidad del Jandilla quedó de manifiesto en una tanda por la izquierda que permitió desplegar dos de las más importantes cualidades del toreo de Roca: la ligazón y el mando. El inicio había sido espectacular, pero faltaba un punto más para enardecer al público valenciano, que llena la plaza en cuanto lee su nombre en los carteles. 

Así, tras un molinete de rodillas, Roca Rey se despatarró y cuajó una serie de circulares invertidos. Se apretó nuevamente con el astado para aprovechar el buen son y el continuado ritmo de sus embestidas. Un auténtico carretón el Jandilla, que fue pasaportado con media estocada y decidió decir adiós en los medios, no sin antes escuchar una petición de indulto. Roca Rey fue premiado con dos orejas que paseó en una aclamada vuelta al ruedo, mientras que Leguleyo fue reconocido con el pañuelo azul. 

Después llegó la segunda actuación, en la que brindó el toro al cocinero Quique Dacosta. Aquí también puso Roca toda la carne en el asador, en este caso recibiendo al animal a porta gayola e insistiendo en un trasteo que arrancó por estatuarios, continuó principalmente por el pitón derecho y remató cerca de tablas, con el toro rajado, en una serie por luquecinas. Oreja tras la estocada. 

Rey de la taquilla y dominador en el ruedo, el «mandón» del toreo fue llevado hasta su hotel en hombros por la afición valenciana, que indudablemente volverá a llenar el coso de la calle Xátiva en su próxima visita, que se espera para la próxima Feria de Julio. 

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