El Senado ha aprobado una iniciativa de VOX que plantea varias medidas para posibilitar el mantenimiento de la energía nuclear, desmantelada por el Gobierno de Pedro Sánchez. La moción, que ha contado con el respaldo del Partido Popular, busca frenar el cierre de las centrales nucleares en España y fomentar su rehabilitación como una alternativa viable dentro del mix energético nacional.
El senador de VOX, Ángel Pelayo Gordillo Moreno, ha sido el encargado de presentar la propuesta en la que se subrayan las ventajas de la energía nuclear, destacando su capacidad de generar electricidad de manera constante, su baja emisión de dióxido de carbono y su papel crucial en la seguridad del suministro energético. Según datos de Red Eléctrica de España, en 2024 la energía nuclear representó cerca del 20% de la electricidad producida en el país, consolidándose como una fuente clave dentro del sector energético.
La moción rechaza el calendario de cierre de las centrales nucleares establecido en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que prevé el cese de actividad de todas las instalaciones entre 2027 y 2035. Los siete reactores actualmente operativos en España —ubicados en Almaraz, Ascó, Cofrentes, Trillo y Vandellós— generan aproximadamente un 6% de la potencia eléctrica instalada y desempeñan un papel fundamental en la economía de las zonas rurales donde se encuentran emplazados. El cierre de la central de Almaraz, por ejemplo, supondría la reducción del 36% de la población activa en su área de influencia, afectando directamente a unas 2.000 familias.
Otro punto clave de la moción es el rechazo al incremento de la presión fiscal sobre la energía nuclear. Desde la implementación de la llamada «Tasa Enresa» en 2013, el gravamen ha aumentado un 30%, a lo que se suman otros impuestos como el de Valor de la Producción de Energía Eléctrica y diversas cargas ambientales impuestas por administraciones autonómicas. Según los operadores del sector, estos tributos supondrán hasta un 40% de los costes totales de operación del parque nuclear entre 2025 y 2035, generando incertidumbre y desincentivando la inversión en esta fuente de energía.
La iniciativa también aboga por el desarrollo de reactores modulares pequeños (SMR, por sus siglas en inglés), una tecnología que ha sido impulsada en la Unión Europea como una alternativa eficiente y sostenible. A pesar de que el Parlamento Europeo aprobó en 2023 una resolución que insta a los Estados miembros a implementar estrategias para el despliegue de estos reactores, España no ha mostrado un compromiso firme con su desarrollo.
Entre las medidas concretas aprobadas en la moción se incluyen la extensión de la vida útil de las centrales nucleares existentes, la eliminación de impuestos específicos que afectan al sector, el establecimiento de un marco normativo estable que garantice la seguridad jurídica de las inversiones y la promoción de programas de formación en tecnología nuclear para incentivar la creación de empleo en las regiones donde operan estas instalaciones.