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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Multitudinaria manifestación en Francia contra la reforma laboral de Macron

Manifestación contra la reforma laboral de Macron

El 73% de los simpatizantes del Frente Nacional, tal y como ha desvelado un reciente sondeo, secundan las movilizaciones convocadas este mes contra la ordenanza

Entre 200.000 y 400.000 personas se han manifestado este martes en toda Francia con afán de protestar contra la reforma laboral que el presidente francés, Emmanuel Macron, está imponiendo en el país mediante ordenanzas; método que reduce notablemente el debate parlamentario y que podría compararse con el decreto ley español. Una movilización que, si bien manifiesta el descontento social reinante en el país galo, no puede ser tildada de masiva (y menos en un país con 67 millones de habitantes).

Las cifras de afluencia a la manifestación varían según quién las ofrece. De este modo, la CGT, primer sindicato francés y convocante de las concentraciones en todo el territorio nacional, asegura que al acto de París acudieron unas 60.000 personas, mientras que, de acuerdo con la prefectura, a él sólo asistieron 24.000 personas.

Como ya se ha mencionado, se trata de cifras humildes – que podrían revelar cierto desánimo o resignación entre la sociedad francesa –, especialmente si se las compara con las registradas en otras manifestaciones. No en vano, la primera de las concentraciones contra la reforma laboral de François Hollande, que tuvo lugar el 9 de marzo de 2016, reunió a 100.000 personas en París (40.000 personas más que este martes).

Sea como fuere, hay concentraciones previstas para las próximas semanas; concentraciones que, sin embargo, podrían verse afectadas por el mismo fenómeno que ha impedido que la de este martes fuese masiva: la división existente en el seno de la sociedad francesa. Así, las agrupaciones sindicales presentan diferencias aparentemente irreconciliables (no han participado en las protestas ni el CFDT ni Fuerza Obrera), la izquierda socialdemócrata está viviendo una notable crisis y el Frente Nacional se halla inmerso en un proceso de renovación ya anunciado por Le Pen tras las elecciones presidenciales.

El futuro de la reforma laboral

Al haberse servido del procedimiento de la ordenanza, la aplicación de la liberal reforma laboral de Macron podría motejarse ya de hecho consumado. No en vano, será aprobada en la Asamblea Nacional sin demasiados sobresaltos y podrá entrar en vigor a lo largo de este otoño.

La reforma, cuya final aprobación tornará al actual presidente en el primero en aprobar (de modo íntegro) una ley de este cariz, cambiará drásticamente el mercado laboral galo. De este modo, abaratará el despido por medio de una reducción de las indemnizaciones, disminuirá el poder que hogaño ostentan los sindicatos y flexibilizará más las modalidades de contrato. Los sindicatos y diferentes fuerzas políticas de la oposición (desde Francia Insumisa hasta el Frente Nacional) alegan que el objetivo es privar de derechos a los trabajadores; mientras que desde el Ejecutivo se asegura la reforma es indispensable para reducir la tasa de paro (del 9,5%).

La posición del Frente Nacional

El Frente Nacional, que es el principal partido de la oposición en Francia, también mantiene una postura contraria a la reforma laboral impulsada por Macron. De este modo, el 73% de sus simpatizantes, tal y como ha desvelado un reciente sondeo, secundan las movilizaciones convocadas este mes contra la ordenanza.

En esta línea se ha manifestado el vicepresidente del partido, Florian Philippot, en una entrevista concedida a la cadena LCI. No en vano, en ella, ha aseverado que el Frente Nacional es la primera formación política entre obreros y asalariados y que, por tanto, la defensa de sus derechos no es sino un imperativo para ellos: ‘Somos el primer partido entre los trabajadores y los asalariados, el partido más grande en el mundo del trabajo (…) Estamos en contra de la reforma laboral, que es un mal movimiento de la Unión Europea’.

En cualquier caso, Philippot también ha aprovechado para criticar al líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Melénchon, a quien acusa de favorecer los intereses de la plutocracia con su postura proclive a la inmigración masiva: ‘Cuando defiende la inmigración masiva, Melénchon defiende un proyecto anti-social buscado por los capitalistas’, ha manifestado con rotundidad.

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