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Brasil: democracia amenazada

El resultado de este domingo en Brasil va a tener un claro impacto en el signo político del continente iberoamericano. Por eso, ahora puede ser un buen momento para ver La democracia en peligro, disponible en Netflix.

‘La democracia en peligro’ es la historia de una decepción. La de su directora, guionista y productora, Petra Costa, con la figura de Lula

Este documental hace un repaso de la historia del país durante los años 2013 a 2018. La política brasileña en ese periodo fue como una montaña rusa: vertiginosa y llena de emociones fuertes. En sus dos horas de metraje asistimos a la caída y procesamiento judicial de Lula da Silva, a la inesperada victoria de Dilma Rousseff y a su precipitado final en un impeachment turbulento. También se suceden ante las cámaras las protestas callejeras de los descontentos, las muestras de apoyo de los incondicionales del Partido de los Trabajadores y, por último, los entresijos de las investigaciones de la operación Lava Jato contra la corrupción política. 

Que nadie espere un documental aséptico y en color sepia. La democracia en peligro es la historia de una decepción. La de su directora, guionista y productora, Petra Costa, con la figura de Lula. “La democracia de Brasil y yo tenemos casi la misma edad”, dice la cineasta. La obra es una narración en primera persona. Entre el relato de los hechos y las entrevistas a sus principales actores, Costa intercala recuerdos familiares y vivencias personales. Así, se entrelaza la Historia del país con la historia personal de la narradora.

Petra Costa es una activista de izquierdas, hija de disidentes que fueron encarcelados y torturados durante la dictadura militar. A la vez, es nieta de uno de los cofundadores de la constructora Andrade Gutierrez, una de las grandes empresas del país que se vio envuelta en la operación. Parte de su familia vota a la izquierda y otra parte a la derecha. Su herencia familiar revela las contradicciones de un país complejo.

Una idea atraviesa todo el documental: la democracia es frágil. Para la directora, esta fragilidad tiene dos causas. La primera, que la democracia nació sin ajustar cuentas con el régimen anterior. La segunda, que las viejas oligarquías siguen operando como poderes fácticos detrás de las instituciones. Para Costa, Brasil no tiene memoria. Es “una democracia fundada en el olvido”

No es un panegírico de Lula ni una herramienta de desprestigio impulsada por sus adversarios. Se trata de la reflexión personal de una activista de izquierdas defraudada

Costa trata de hacer balance del mandato presidencial de Lula. Por una parte, los avances en la reducción de pobreza y el acceso de los hijos de obreros a la universidad. Por otra, la financiación irregular del Partido de los Trabajadores, las comisiones percibidas de las empresas poderosas y las prácticas delictivas de compra de votos y apoyos en el Congreso. “Voté a Lula con la esperanza de que reformara éticamente el sistema político -confiesa en un determinado momento la cineasta-. Pero allí estaba repitiendo prácticas que siempre criticó y formando alianzas con la vieja oligarquía brasileña.”

El retrato de Dilma Rousseff también presenta claroscuros. Por un lado, su idealismo y su supuesto compromiso con los menos favorecidos. Por otro, su clamorosa ineficacia económica frente una crisis económica mundial. 

Como telón de fondo encontramos las distintas manifestaciones que sacuden el país. La directora da voz a decenas de brasileños que protestan en las calles. En el aire se respira la tensión creciente y la polarización social. 

Ante esta olla a presión, la victoria de Jair Bolsonaro en 2018 aparece en los últimos minutos como el resultado (indeseado para Costa) de la descomposición de las instituciones y la pérdida de credibilidad de la clase política. La cinta fue calificada por el ex militar como “una porquería” tras su nominación a los Oscar en la categoría de Mejor Documental. Y es que nadie sale bien retratado en esta grabación. Nadie queda contento.

La resurrección política de Lula y su eventual victoria electoral podría confirmar la tesis de Petra Costa. En efecto, Brasil podría ser un país sin memoria

Ahí está, en mi opinión, el principal atractivo de La democracia en peligro. No es un panegírico de Lula ni una herramienta de desprestigio impulsada por sus adversarios. Se trata de la reflexión personal de una activista de izquierdas defraudada por la forma real en la que el Partido de los Trabajadores ejerció el poder.

El documental es recomendable para aquellos que quieran formarse un criterio propio sobre el contexto político de Brasil. Es difícil comprender que alguien que, como Lula, se enfangó en las prácticas políticas más reprobables pueda presentarse ahora como un redentor. La resurrección política de Lula y su eventual victoria electoral podría confirmar la tesis de Petra Costa. En efecto, Brasil podría ser un país sin memoria. Una democracia fundada en el olvido.

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