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Hello, Mystery Man

Se acaba de inaugurar en la catedral de Salamanca The Mystery Man, la exposición que alberga una figura hiperrealista de Jesucristo basada en todos los detalles que ofrece la Sábana Santa. A pesar de que otros artistas, como Sergio Rodella y Juan Manuel Miñarro, ya habían expuesto esculturas realistas apoyándose también en el santo sudario, esta es una obra diferente. Hecha de una especie de látex con silicona y cabello de verdad, cumple con el objetivo de ofrecer una imagen de Cristo en calidad humana, desprendida de cualquier movimiento artístico. Las fotografías no hacen justicia a lo que se aprecia de cerca ni suscitan la conmoción que puede provocar el contemplar la figura presencialmente. 

Cumple con el objetivo de ofrecer una imagen de Cristo en calidad humana, desprendida de cualquier movimiento artístico

La Sábana Santa de Turín es una fina tela de lino en la que aparece la imagen de un hombre con barba y pelo largo, con signos de tormentos. La tradición ha reconocido este sudario como el que envolvió el cuerpo de Jesús de Nazaret tras su muerte. Ha sido objeto de diversos estudios científicos de toda índole y todavía hoy siguen sin resolverse las incógnitas que presenta. No se ha encontrado explicación a su carácter de negativo, ni a la dimensión tridimensional ni a la ausencia de pigmentos. Sigue abierta la respuesta a cómo pudo formarse tan extraña imagen, pero es evidente que las muestras de tortura que se reflejan en la tela coinciden con el relato de los evangelios: la coronación de espinas, la flagelación, la crucifixión y el costado atravesado. 

The Mystery Man es la culminación de quince años de trabajo e investigación acerca de la Sábana Santa. El comisario de la muestra, el salmantino Álvaro Blanco, cuenta que se acercó a la historia buscando una explicación científica, y ya en 2012 montó en Málaga la primera exposición con los estudios sobre la síndone. Pero, explica, llegó un momento en el que carecía de sentido estar buscando una explicación a todo. Empezó a encontrar respuestas cuando empezó «a ver la sábana santa como lo que es antes de cualquier cosa, una imagen, un cuadro, una obra. Posiblemente la obra de Jesús de Nazaret». Con esa idea, nació el objetivo de realizar ese cuerpo.

La visita empieza con una sala en la que están expuestos una réplica de la cruz, de las treinta monedas…

Esta exposición, sin embargo, no es solamente la sala con la figura hiperrealista de Jesucristo. Desde el comienzo, te va llevando de la mano en un recorrido que conduce hasta allí. Y es un camino pensado para tocar todas las facetas del visitante. Se agrupan en él lo visual, lo auditivo, la fe, la ciencia, la historia, el arte, el sentimiento. La visita empieza con una sala en la que están expuestos una réplica de la cruz, de las treinta monedas, una recreación del Titulus Crucis, del sepulcro, dos tipos de flagrum romanos. Sirve todo ello para contextualizar la pasión de Cristo y para subrayar, apoyándose en testimonios no cristianos, que Jesús fue una figura histórica real. Es importante, ya desde el principio, escuchar las explicaciones que se ofrecen en la audioguía y que, sin duda, forman gran parte de la exhibición. Después se presenta la historia del descubrimiento de la sábana santa, la asombrosa placa del negativo en 1898 que revela la cara de Jesús, los primeros estudios forenses y el S.T.U.R.P (el mayor estudio científico hasta la fecha). También se ofrece una muestra de la iconografía y cómo en ella se entrevé la relevancia en la imaginería cristiana con el descubrimiento del mandylion ya en el siglo VI. Como es de esperar, la sala científica y forense revela todos los detalles que pueden extraerse de la sábana santa (la raza, el tipo de sangre, las marcas precisas de la flagelación, la lanzada post mortem en el costado, la ausencia de pigmentos…). Aunque tal vez sobre el papel no lo aparenten, son muy interesantes las dos salas previas a la llegada del cuerpo, el Cordero de Dios. Una es la sala de videomaping, donde se proyecta sobre una imagen del sudario información para comprender cómo aparecen la sabana y el cuerpo que cubrió. Esta proyección está acompañada de un audio precioso, en el que el artista reflexiona sobre los dilemas que plantea esta obra única, sobre cómo no puede dejarnos indiferentes el sacrificio humano necesario para realizarla, sobre cómo «lo abstracto nos acerca más a la realidad que lo concreto». La otra es una sala inmersiva que recorre toda la pintura y la historia de Cristo, desde el siglo primero hasta la actualidad, y que cumple la función de aclimatar al visitante, de zarandear las emociones. 

La imagen de Cristo está expuesta en The Mystery Man como figura real, como obra en sí misma, pensada para que ese hiperrealismo despierte emoción al que observa

La autenticidad de la Sábana Santa no es una verdad de fe, pero está en perfecta consonancia con el Evangelio y la Iglesia deja a la libertad de cada uno creer o no en ella. La imagen de Cristo, que es la imagen más representada de toda la historia, está expuesta en The Mystery Man como figura real, como obra en sí misma, pensada para que ese hiperrealismo despierte emoción al que observa. Monseñor Retana, el obispo de la Diócesis de Salamanca, comenta la impresión que da estar delante de lo que es «una representación exacta de lo que Jesús sufrió», y de cómo no existe amor mayor que «la concreción del amor de Dios que se hace carne en Jesucristo y que muere como un malhechor, con un sacrificio terrible por nuestra salvación». En esta línea, señala que la exposición puede ser una catequesis excelente y puede tanto «ayudar a la fe de los creyentes como suscitar la de los no creyentes».

The Mystery Man estará en Salamanca hasta diciembre de 2022 y después seguirá con el recorrido previsto por los cinco continentes a lo largo de unos veinte años, con las próximas paradas en la JMJ de Lisboa y en el Jubileo de la Misericordia en Roma.

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