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Sin límites: Magallanes, Elcano y otra oportunidad perdida

El 6 de septiembre de 1522, la nave Victoria era avistada desde Sanlúcar de Barrameda. En la cubierta del barco, los sanluqueños ven a 18 hombres escuálidos y exhaustos. A su llegada, estos dicen ser miembros de una expedición que salió de Sevilla el 10 de agosto de 1519 y que estaba comandada por Fernando de Magallanes. Los locales se prestan a ayudarles sin ser todavía conscientes de que se encontraban ante los protagonistas de una de las mayores gestas de la Historia de la Humanidad. Pero había un hombre seguro de lo que había hecho y así se lo hacía saber a Carlos V el mismo día que tocó tierra:

“Saberá tu Alta Magestad lo que en más avemos de estimar y tener es que hemos descubierto e redondeado toda la redondeza del mundo, yendo por el occidente e venyendo por el oriente«.

Este es el año en el que se cumple el V centenario de la empresa española que culminó en la primera vuelta al mundo. Para conmemorarlo, Amazon Prime y RTVE lanzaron el 10 de junio «Sin límites«, miniserie de seis capítulos que narra la hazaña de Elcano y Magallanes. Aunque solo se han estrenado, de momento, los dos primeros capítulos, ambas productoras se han rascado el bolsillo para su realización, pues ha costado 20 millones de euros. Sin embargo, la producción dirigida por el inglés Simon West, no ha visto como tan abultado presupuesto se ha reflejado en la calidad de la serie.

Frente a un suceso histórico cargado de épica, hemos visto más bien una película de piratas (…). Parece ser que Elcano y sus hombres fueron pioneros en el hooliganismo

Lo que debería haber motivado que el espectador fuera partícipe de aquel viaje, despertando nuestro lamento ante los errores de sus protagonistas, sufrir con sus padecimientos, alegrarnos de sus proezas y celebrar sus éxitos como si fueran nuestros, ha acabado generando una plena y absoluta indiferencia. Frente a un suceso histórico cargado de épica, hemos visto más bien una película de piratas, en las que marineros y grumetes se centran en visitar tabernas y lupanares para emborracharse y pelear. Parece ser que Elcano y sus hombres fueron pioneros en el hooliganismo.

Como se gestó el viaje y como se ha mostrado

El descubrimiento colombino de América había revolucionado el mundo. Las nuevas tierras fueron motivo de disputa entre dos de las mayores potencias marítimas de la época: España y Portugal. Las zonas de conquista habían sido delimitadas con el Tratado de Tordesillas de 1494, precedido por la bula Inter Caetera que Alejandro VI había otorgado a los Reyes Católicos.

En 1518, un joven Carlos V estaba interesado en encontrar una ruta alternativa para llegar a las Islas Molucas o “islas de las especias” que no tuviera que bordear África y llegar hasta la India. La posibilidad de un paso entre el Atlántico y el Pacífico era algo conocido desde los descubrimientos de Vasco Núñez de Balboa en 1513. En ese contexto es en el que se presenta Magallanes ante el Rey.

No es inusual que las series históricas se tomen sus licencias, pero, primera escena, primer error. Magallanes es rechazado por Manuel I de Portugal, sin embargo, no existe evidencia alguna en fuentes primarias o crónicas relacionadas en las que se pruebe esto. Las disputas entre el marino y el Rey estaban relacionadas con las continuas solicitudes de este de subidas de la pensión que recibía por haber servido a la Corona. Es en este contexto en el que Magallanes llega a Sevilla en octubre de 1517, ciudad en la que se encontraba la Casa de Contratación de Indias, donde se organizaban las expediciones al Nuevo Mundo. Poco después de la coronación de Carlos como rey, Magallanes sería recibido junto a Falero y, el 22 de marzo, se le otorgaron las Capitulaciones de Valladolid.

Otro de los colosales errores de la serie es el retrato caricaturizado y poco profundo que hace de los dos protagonistas (…). Elcano es plasmado como un bonachón pendenciero, que realza el valor de la camaradería y que no escatima en utilizar el humor

Por otro lado, tenemos a Juan Sebastián Elcano, un marino natural de Guetaria (Guipúzcoa), que había servido a las órdenes de el Gran Capitán. Es cierto que, en el momento de la partida de la expedición, Elcano se encontraba oculto debido a que tuvo que vender su navío a unos mercaderes saboyanos para poder saldar sus importantes deudas. Aquí incurrió en un delito con la Corona, pero no hay constancia de que llegara a ser encarcelado.

Magallanes y Elcano: dos grandes figuras vaciadas

Otro de los colosales errores de la serie es el retrato caricaturizado y poco profundo que hace de los dos protagonistas. West presenta a un Magallanes con una obsesión por el viaje y una ambición por enriquecerse que rozan el absurdo. Por otro lado, Elcano es plasmado como un bonachón pendenciero, que realza el valor de la camaradería y que no escatima en utilizar el humor. Típico recurso de una pareja compuesta por una persona caracterizada por la seriedad y otra por el desenfado. Poco más se muestra de la psicología de ambos.

Los otros personajes, en teoría 239, que irían a bordo de la nao Victoria, Trinidad, Santiago, San Antonio y Concepción, no se libran de este ridículo. Antonio Pigafetta, Juan de Cartagena, Gaspar de Quesada, Luis de Mendoza y Juan Serrano, se moverán también entre el cliché y la caricatura.

La serie, desde el primer capítulo, se esfuerza en realzar la desconfianza que se tiene hacia Magallanes y los portugueses, con especial incidencia en Juan de Cartagena, que se sublevaría contra Magallanes el 1 de noviembre de 1520 junto con la tripulación de la San Antonio.

Esta ha sido otra oportunidad perdida de rendir tributo y transmitir los acontecimientos de Elcano y su primera vuelta al mundo. Ya veremos qué pasa en los siguientes capítulos

Además, como ya se ha mencionado, los dos primeros capítulos gastan sus escenas en mostrar peleas, borracheras, intrigas y traiciones, el ansia de oro de los españoles e, incluso, un intento de violación en la cárcel y otra perpetrada ya en uno de los navíos de un marinero hacía un joven. Parece que se ha creado en honor a la Leyenda Negra y para servirla. Delirante.

Si había alguna duda hacía su tendencia, el actor Álvaro Morte, quien interpreta a Elcano, ha manifestado en El Mundo que, para evitar que se politice la figura del marino, ha hecho de este “un tipo muy de izquierdas”. Esto explicaría por qué no se intuye en ningún momento la grandeza de lo que se está narrando ahí. Por ello, lo que era una oportunidad perfecta de reivindicar para los españoles uno de sus episodios históricos más célebres, se ha convertido de nuevo en una chapuza y un despropósito. La expedición de Elcano abrió nuevas rutas de navegación y supuso una hazaña sin precedentes de su época. Es más, los ingleses no conseguirían emularla hasta casi 60 años después y el florentino Francesco Carletti, lo conseguiría en 1601. Así pues, esta ha sido otra oportunidad perdida de rendir tributo y transmitir los acontecimientos de Elcano y su primera vuelta al mundo. Ya veremos qué pasa en los siguientes capítulos.

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