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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Sacristana en Nerja

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Servicio, amor o alegría son las palabras más repetidas por los sacristanes al hablar de la labor que realizan en las parroquias. Con todas sus acciones demuestran su fe.

Concha Rodríguez, a sus 73 años de edad, ayuda como sacristana en la parroquia de Nerja: «Yo ayudo en lo que pueda mientras pueda. Mientras tenga salud y el Señor me conserve aquí tal como estoy ahora, esto desde luego no lo pienso dejar. Hay que ayudar en lo que sea porque si no esto no funcionaría, todos tenemos que meter el hombro».

Concha reside, desde que tenía 18 años, en Nerja, donde ha ayudado en la parroquia en todo lo que ha podido: «He sido catequista, he pertenecido a un grupo parroquial de liturgia donde nos reuníamos semanalmente… Y ahora colaboro con el párroco en lo que puedo». «Yo nací en América, en el norte de Colombia, en Barranquilla. En el año 1958 nos fuimos a Nerja, porque mis padres eran de allí».

Concha tuvo una educación religiosa en el colegio María Auxiliadora en Colombia, que hizo que siempre tuviese a Dios presente «la educación que me dieron fue la que hizo que estuviese siempre en la iglesia, yo nunca he estado fuera de ella».

Aunque dice que le es muy difícil contar qué es lo que más le ha marcado de entre todas sus actividades, relata que «allí en Colombia me satisfacía muchísimo las catequesis que dábamos a los niños, porque aquello es otro mundo, es todo muy distinto a esto… ¡Y con qué alegría nos recibían los niños cuando nos veían llegar!»

También destaca el tiempo que estuvo con el grupo de liturgia: «Para mí era gratificante, me gustaba muchísimo. Luego ya el grupo se fue disolviendo, pero yo sigo igual y con muy buena amistad y hermandad con todas las personas de la parroquia». Esta sacristana se siente muy dichosa por toda la labor que ha podido desempeñar hasta ahora: «para mí es lo mejor que tengo en mi vida. Cuando uno se siente hijo de la iglesia, eso es como cuando un hijo se porta bien con mamá y con papá porque los quiere, pues a mí me pasa lo mismo».

 

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