Pablo Iglesias, caricatura de Mussolini
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Aunque sus potenciales votantes y seguidores crean que Pablo Iglesias es una suerte de Adán surgido de la anárquica indignación que el 15-M acampó en la Puerta del Sol de Madrid, lo cierto es que su discurso, su táctica y su estrategia huelen a naftalina. Toda su retórica y sus movimientos nacen de los viejos totalitarismos de principios del siglo pasado cocinados en la lumbre de la lucha de clases. Viejas proclamas de odio cimentadas en una injusticia social evidente para conquistar el poder. Todo ello aderezado con el epidérmico lenguaje y con los simplones eslóganes imprescindibles para movilizar a las masas en el siglo XXI. He ahí su infantil consigna onomatopéyica, el "tic-tac" del 31 de enero, para llenar Madrid de votantes, simpatizantes y militantes del Podemos, a los que Pablo Iglesias y su soviet privado utilizan como masa de maniobra para meterle presión e infundirle miedo al Sistema, al que ellos llaman Casta.
Bueno, pues no hay nada nuevo ni bajo el sol de Podemos ni del de sus tavorich griegos. Todo lo que hacen comenzó a practicarse en 1789. Los jacobinos de la Revolución Francesa también llevaban coleta. Hasta en eso se parecen. Las Redes Sociales de entonces eran unos periódicos incipientes y un periodista, Camille Desmoulins, que condujeron al pueblo de París a la Toma de la Bastilla. Los bolcheviques modernizaron la técnica y, posteriormente, los fascistas italianos y los nacionalsocialistas alemanes hicieron de la propaganda política y de la movilización de masas casi una ciencia exacta en sus resultados empíricos y una bella arte en sus manifestaciones estéticas, como bien demostró la directora y realizadora cinematográfica germana, Leni Riefensthal. A la que Pablo Iglesias, gran cinéfilo, seguro que secretamente admira. Tan seguro como que conoce perfectamente los arcanos propagandísticos y de comunicación política de Goebbels y de Mussolini, primer maestro universal en la utilización de la Radio como arma política. No cabe duda.
El "tic-tac" de Podemos con su movilización y concentración de masas en Madrid contra el Gobierno y la Casta no comienza, como Pablo Iglesias asegura, el 31 de enero de 2015. El "tic-tac" de Madrid es una caricatura de la Marcha sobre Roma de 1922, con la que los fascistas llevaron a la capital italiana a 40.000 camisas negras para meterle presión y miedo al Mariano Rajoy de enonces, que se llamaba Luigi Facta. El 28 de diciembre de 1922 cuarenta mil fascistas salieron de diferentes pueblos y ciudades de la geografía italiana hacia Roma, con el objetivo de exigir el poder. La orden de Mussolini fue que se realizaran manifestaciones y movilizaciones en las principales ciudades del país. Orden que se ejecutó con la disciplina militar que caracterizaba al movimiento fascista. Fue un golpe de efecto magistralmente orquestado por el futuro Duce con grandes dosis de teatralidad, y no mennos efectividad y contundencia, del que se hicieron eco todos los periódicos del mundo, incluído The New York Times. La presión y el miedo que la Marcha sobre Roma ejercieron sobre la Casta italiana de entonces fueron de tal magnitudque el Rey, Victor Manuel III, le entregó el gobierno a Benito Mussolini. Pero eran otros tiermpos, claro.
Los fascistas italianos metieron 40.000 camisas negras en Roma, los comunistas de Podemos, con esa caricatura de la Marcha sobre Roma a la que llaman "tic-tac", quiren meter 50.000 camisas de Alcampo en Madrid con la misma intención de Mussolini: derribar el Sistema.