El Senado, la Cámara de los presidentes vencidos
noticias
Las últimas designaciones de expresidentes del PP como senadores han abierto nuevamente el debate sobre la utilidad de la Cámara Alta. Tanto los populares como los socialistas defienden la llegada de sus exlíderes autonómicos al Senado.
La ""experiencia"" es la coartada empleada por ambos partidos para defender la colocación de sus ‘derrotados’ en algún puesto político. ""Me parece chocante que se cuestione que una persona que ha sido mayoritariamente votada por sus ciudadanos no pueda estar en el Senado"", defiende el portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Rafael Hernando. El popular tilda de ""absurdo"" el debate abierto tras la designación de Luisa Fernanda Rudi, Pedro Sanz, Alberto Fabra y José Ramón Bauzá como nuevos senadores. Todos ellos tienen algo en común, la pérdida del poder tras la debacle electoral del pasado 24 de mayo. A esta lista se suma el nombre de Juan José Lucas, presidente de Castilla y León entre 1991 y 2001, y que lleva en el Senado desde 2002. Actualmente ejerce como vicepresidente de la Cámara Alta.
La secretaria de Estudios y Programas del PSOE y diputada del PSC en el Congreso, Meritxel Batet, sostiene que tiene ""mucho sentido"" que personas con su experiencia en tareas autonómicas ocupen esos cargos. Ambos aluden a la experiencia y a los votos recibidos de los ciudadanos como argumento para la colocación de los expresidentes. Sin embargo, estos políticos ‘desahuciados’ del poder en sus territorios, no han sido elegidos directamente por los ciudadanos si no mediante la designación parlamentaria que la Constitución otorga a las Asambleas Legislativas de las comunidades autónomas.
Pero los nombres de los expresidentes vencidos el 24 de mayo no son los únicos que llenan los asientos del Senado. El PSOE también ha aportado su particular cupo de ‘elefantes’ para rellenar la Cámara. José Montilla, presidente de la Generalitat de Cataluña entre 2006 y 2010, Marcelino Iglesias Ricou, que fue presidente de Aragón entre 1999 y 2011, Joan Lerma i Blasco, presidente de la Comunidad Valenciana entre 1982 y 1991, Francesc Antich que dirigió las Islas Baleares entre 2007 y 2011. Y quién no tiene en la cabeza a José Antonio Griñán, padrino de Susana Díaz y con el caso de los ERE fraudulentos de Andalucía a sus espaldas. El expresidente andaluz conservaba su escaño hasta que fue imputado formalmente por el caso de corrupción que asola la región y se vio obligado a abandonar su escaño.
Una reforma necesaria
¿Es imposible retomar la actividad privada tras abandonar las funciones públicas? A alguno parece costarle más de lo normal y nadie se atreve a tomar la iniciativa de una reforma solicitada a voces. El Consejo de Estado en 2006 ya dejó claro en un informe la necesidad de revisar el Senado. "Sólo una reforma del Senado de alcance constitucional puede conformarlo como una Cámara con identidad propia, representativa de la diversidad, cuya actividad no constituya una reiteración corregida del proceso parlamentario ya transitado en el Congreso de los Diputados", explicaba el texto.
La única medida a la vista sobre el controvertido asunto es una reunión el próximo 16 de julio de la ponencia que estudia la reforma. Desde el inicio de legislatura se está llevando a cabo, de manera intermitente, el estudio de un texto para reformular las funciones del Senado. Ni rastro de la reforma constitucional solicitada por el Consejo de Estado ni de la modificación en la elección de senadores, punto de conflicto de todos los grupos de la Cámara Alta.
Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria, considera el Senado ""un nido de enchufismo"" y aboga por cerrarlo o reconvertirlo en una cámara ""con otros cometidos"". Según Revilla, el Senado es una institución ""inútil completamente"" para los ciudadanos y se mantiene, a su juicio, por la misma razón que las Diputaciones provinciales, que también cree que son ""un nido de enchufismo"".
Rosa Díez, por su parte, directamente considera la Cámara Alta como una institución que ""no sirve para nada"", salvo para ""colocar excedentes"" o aquellos a quienes ""los ciudadanos han echado de sus circunscripciones"". UPyD, como recuerda la líder de la maltrecha formación, siempre ha defendido la supresión del Senado ""salvo que ejerciera como una Cámara federal"". La llegada de los expresidentes al Senado, explica Díez, ""no es más que otra vuelta de tuerca más de todo este despropósito a quien nadie quiere hacer frente"".
Leer más...
Alberto Fabra y Rita Barberá serán senadores