Desconfíe de los medios que este lunes sigan empeñados en dar protagonismo al máster de Cifuentes y no en contar lo de Chaves, los golpistas y lo de Siria.
En la vida informativa hay tiempo para todo. Por eso, le recomendamos encarecidamente que este lunes de abril desconfíe de los medios que dediquen más de un titular modestito a mitad de página al máster de Cifuentes.
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Porque si este lunes de abril en el que el expresidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, se sienta en el banquillo acusado de prevaricación por el caso de los ERE este lunes en el que los golpistas Junqueras y Jordis comparecen ante Llarena por su presunto delito de rebelión, este lunes en el que conocemos que los Mossos no separatistas se unen en una asociación y suman 300 (sólo 300 entre varios miles); este lunes en el que los Comités de Defensa de la República (sic) siguen vandalizando las calles españolas como si estuvieran en una república, sí, pero bananera… si este lunes los medios de comunicación siguen con lo de Cifuentes como si fuera, de verdad, la noticia más importante del día… le están engañando. O peor, le quieren confundir.
Y hablando de confusión…
Este fin de semana hemos asistido a uno de los ejercicios de engaño político más burdos, y a la vez graves, de los últimos tiempos. Estados Unidos, dirigido por un presidente que hasta hace dos telediarios era contrario a la intervención en Siria, ordena bombardear un país poniendo al mundo al borde de la Tercera Guerra Mundial -no por el bombardeo en sí, quirúrgico y sin víctimas, como se ha encargado de presumir la Casa Blanca, sino por dejar en manos de Rusia la posibilidad de réplica-.
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Nos dicen que el presunto -todavía sin confirmar- ataque químico contra población civil cruza una línea roja que potencias como EEUU, Francia o Reino Unido no pueden tolerar. Y justo cuando estamos a punto de convencernos de que Trump, Macron y May actúan así llevados sólo por su enorme sentido de la humanidad, nos acordamos de los niños que mueren en Yemen -acosado por Arabia Saudí en una cruenta guerra- sin que a Trump, Macron y May (ni a nadie, en realidad) parezca importarles demasiado. No cuadra. No cuela.
Vamos con la actualidad -de verdad- que deja el día de hoy y mañana, ya mañana, volvemos con el máster.
