Cristina Pardo, de La Sexta, después de que todo el mundo con dos dedos de frente la dijera a través de los medios y las redes que eso de buscar con las cámaras a los 44 votantes de Vox del feudo soviético de Marinaleda era una canallada matonesca que roza lo criminal, ha acabado diciendo que vale, que lo siente, que fue un error, y este espíritu de arrepentimiento y rectificación parece anegar nuestras primeras de hoy, como por contagio.
Nuestro presidente, que gobierna en parte con los socios del señor Torra, se da cuenta de que se le ha ido la mano con el señor Torra. Y no debe fiarse mucho de la policía autonómica a las ordenes del señor Torra porque va a celebrar consejo de ministros en la Ciudad Condal y se lleva a un ejército de policías nacionales. Titula El País, abriendo: ‘Interior enviará policías nacionales a Cataluña si los Mossos no actúan’. ¿No es maravilloso tener un socio de gobierno así, tan constitucional?
Abajo, junto a la foto de ‘chalecos amarillos’, ‘Macron sube 100 euros el sueldo mínimo para contener las protestas’. Otro que se arrepiente, en este caso de haber subido el impuesto sobre los carburante, una bajada de pantalones en toda regla que, por aquello de los incentivos, hará de la revuelta callejera un expediente habitual. Es como cuando el ratón de laboratorio descubre que si aprieta el botón sale comida.
De la ley antitabaco no se arrepienten aunque, como las medidas anticontaminación de Carmena, no parece haber servido para otra cosa que para dar negocio a los fabricantes de mandos para máquinas de tabaco. Leemos abajo en la primera del ‘diario de reverencia’: ‘La tasa de fumadores crece y supera el nivel previo a la ley antitabaco’. Pero, oye, hay una ley, que por lo visto es lo único que importa, como en el caso de la Ley de Violencia de Género.
Este es un caso interesante, y no quiero dejarlo pasar sin un brevísimo comentario: la superstición legal o, por mejor decir, la superstición declarativa. Una de las pruebas que se dan como incontestables de que Vox es un partido machista es que quiere sustituir la Ley de Violencia de Género. Y, naturalmente, eso TIENE que significar que son partidarios del maltrato a la mujer.
Es demencial, naturalmente. De nada vale preguntar si es o no eficaz, o si es injusta y antijurídica y destruye principios que llevan en nuestros códigos miles de años. Basta el nombre. Si algún día un gobierno decide hacer legal los registros domiciliarios indiscriminados y la detención de disidentes le sugiero que al instrumento jurídico que lo permita lo llame Ley para la Protección y Defensa de los Conejitos y Gatitos y Todas las Cosas Buenas. ¿Quién podría oponerse a eso?
Más del arrepentimiento de Sánchez abriendo El Mundo: ‘Sánchez amenaza ahora a Torra con enviar a la Policía a Cataluña’. Porque, claro, Torra le ha engañado vilmente. Nada en él hacía sospechar que no fuera un leal constitucionalista, nada.
La misma foto que El País, con un titular más claro. Los de Prisa, pueden releerlo, eluden lo obvio, que es la marcha atrás. No así El Mundo: ‘Macron claudica ante los ‘chalecos amarillos’. Porque así es, no hay que darle más vueltas.
Otra arrepentida, en la noticia de abajo: ‘May, a la desesperada, busca renegociar el acuerdo del Brexit’.
En ABC sacan un inexpresivo primer plano de Macron, el pequeño Napoleón de mazapán, con el más breve de los titulares de primera, no por ello menos exacto: ‘Macron claudica’. Y ya.
El arrepentimiento de nuestro presidente es más evidente aún en el titular que abre La Razón, que se solazan con evidente placer en los lamentos presidenciales y se permiten un juego de palabras: ‘Sánchez gira 155º en Cataluña’. ¿Lo pillan?
Abajo, con foto de la susodicha, ‘Atrapada en el Brexit: May aplaza la votación para evitar una derrota’. Me recuerda a los versos de John Greenleaf Whittier: «De todas las palabras tristes de lengua o pluma, las más tristes son estas: ¡podría haber sido!».
