«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Cuadro clínico

A diferencia de la abrumadora mayoría de mis compatriotas, no se me ocurre un Plan 10 para resolver lo que está sucediendo en Cataluña. Mucho peor, no tengo ni idea de cómo, en realidad, va a acabar todo esto. Pero hay una cosa que sí tengo meridianamente clara: la situación actual es insostenible, por profundamente patológica.
Hoy se cumple un año del atentado terrorista más grave que haya sufrido Barcelona, el peor en España desde el fatídico 11-M. Fue un ataque yijadista, como los que han sufrido París, Londres o muchas otras ciudades de Occidente, nada que ver con nuestras rencillas internas.
Pero, un año después, la conmemoración parece no tener nada que ver con las víctimas, con el sufrimiento de sus familiares o con la amenaza que supone para todos los países de Occidente la acción yijadista. Porque hoy, allí, todo tiene que ver con lo suyo.
Me imagino lo frustrados y estupefactos que quedarían los autores de esta matanza si hubieran podido ver en sueños que, a un año del terrible ataque, ellos y su causa, incluso su acción homicida, iban a ser lo de menos en el recuerdo. Este es el resultado envenenado del nacionalismo: todo va de ellos, todo va de ello.

Ese es el punto en que cualquier proyecto político, absurdo o razonable, legítimo o cuestionable, se convierte en un brote de locura colectiva: cuando la vida se reduce a él, cuando nada queda fuera, cuando sus prosélitos lo apuestan todo a ese número y ya son incapaces de dejar algo en sus vidas que no esté contaminado por el asunto en cuestión.
Estos son los desconcertantes titulares de hoy. En El País, ‘Instituciones y víctimas piden un homenaje sin protestas’. Protestas, hay que aclarar, contra España; una vez más, nada que ver con la masacre, solo con la narrativa impostada y omnicomprensiva del nacionalismo.
En El Mundo, ‘Las víctimas del 17-A denuncian que el «procés» las dejó en segundo plano’. ¿Segundo?
ABC saca a un policía nacional aferrado a un ejemplar de, caramba, qué coincidencia, el ABC del día siguiente a la masacre. ‘Homenaje, recuerdo y respeto’, es el titular desiderativo y un tanto polyannesco, porque no se va a dar ninguno de los tres.
Y en La Razón, ‘Los Reyes solo irán a un acto para no «sobreexponerles». Con todo el respeto del mundo, si participar en más de un acto, cuando se trata de conmemorar un terrible ataque en territorio nacional, es sobreexponerles, los Reyes no son muy reyes en Cataluña.

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