Es significativo que esto nos pase a nosotros, el Estado más entusiastamente europeísta del club.
‘El Supremo pierde la batalla para juzgar a Puigdemont por rebelión’, abre El País en un curioso titular. Sugiere, para empezar, que se trata de una ‘batalla’ particular del Supremo, una manía incomprensible que le ha entrado al alto tribunal. Para seguir, pasa por alto lo que para cualquiera sería lo más relevante de todo esto: que es esa Unión Europea en la que debemos fundirnos pronto en amoroso abrazo, la que debe ser nuestra única patria, superando los divisivos nacionalismos, la que nos toma por el pito de un sereno.
Es significativo que esto nos pase a nosotros, el Estado más entusiastamente europeísta del club, y quizá debería hacer reflexionar a muchos qué lugar nos correspondería en ese megaestado que nos preparan y que nuestros políticos tanto anhelan, empezando por ese Rivera que sueña con que sus nietos no sean ya españoles. De algún modo, soy incapaz de imaginar que algo así pudiera pasarle a Francia, pero quizá sea cosa mía.
Mis cuatro cabeceras eliden prudentemente este aspecto fundamental de la noticia, de modo que leyendo los titulares correspondientes parece como si Alemania o la euroorden no tuvieran ninguna relación con la misma. Así, para La Razón la noticia es que ‘El Supremo condena a Puigdemont al exilio’. Hombre, no.
La foto corresponde a Carmen Calvo, que lleva una semanita fina de disparates, de los que La Razón destaca solo uno: ‘Sublevación en la RAE por el «hembrismo» en la Constitución’. A ver, sublevación, tampoco, que hay que ver cómo nos gusta exagerar.
La tercera noticia de La Razón es que ‘El Gobierno no cumplirá el déficit y lo eleva cinco décimas’, lo que está oportunamente respondido y suavizado en la segunda noticia de El País: ‘La UE, favorable a que España relaje la meta de déficit en 6.000 millones’. Le han dado al mono la Gillette.
En El Mundo lo ven así: ‘Sánchez acepta juzgar a Puigdemont por delito menor y Llarena se planta’. ¿Sánchez? Aquí el invento de Montesquieu siempre ha resultado difícil de entender.
Y en la foto, Casado desde un balcón sobre Madrid, con esa sonrisa que parecen haberle plastificado. Parece que le han hecho una entrevista, y titulan con el entrecomillado pertinente: «Prefiero no tener gestión si esa gestión no ha salido bien».
Tiembla uno al pensar que, cuando se titula una entrevista con una declaración del entrevistado, se busca cuidadosamente la más relevante y noticiosa. Y si lo más interesante que han encontrado en Casado ese ese trabalenguas incomprensible y vacuo, apaga y vámonos.
ABC abre con la imagen de un surtidor de gasolinera, cuya manguera correspondiente al diesel está precintada por el Gobierno de España. ‘El sector del diésel declara la guerra al Gobierno’. Y no lleva ni cincuenta días.
