Hablemos del tiempo

Hablemos del tiempo. Hablar del tiempo, algo que ha acabado adquiriendo un injusto desprestigio, no es una mera distracción ni necesariamente el último recurso de los malos conversadores. Hablar del tiempo, como intuía Chesterton, es hablar de nuestra igualdad esencial, es una referencia reverente a lo que no solo nos afecta a todos, sino a aquello que no podemos cambiar.
De un tiempo a esta parte se ha hablado mucho del tiempo como si pudiéramos alterarlo a placer, con tanta cumbre del clima y tanto acuerdo de París. Pero el hombre sabio mira al cielo y sabe más que todo eso.
Hablar del tiempo en nuestro caso particular es, además, variar un poco, escapar del agobiante monopolio informativo del ‘asunto catalán’.
Hoy abre El Mundo con el tiempo, siquiera de forma indirecta, en su foto de primera. Muestra la línea del cielo de Madrid, un cielo bicolor, el afamado y limpio azul habitual, arriba; y abajo, entre ese cielo y el suelo, una ominosa franja de un gris sucio. ‘La contaminación envuelve Madrid’, es el titular del pie. También podría ser que tiene que llover, tiene que llover, tiene que llover a cántaros.
Lo demás sigue los derroteros ya habituales de informar de esos trozos de España que tiran del conjunto hacia afuera.

Lo primero es que ‘Sánchez contiene la rebelión de los barones por el cupo vasco’. Dos constantes de la política española contemporánea son que el PP siempre cede y que el PSOE siempre traiciona. No hay, no puede haber un ‘sólido frente constitucionalista’ jamás, precisamente por eso, por esa debilidad congénita que permite a la periferia soñar con cualquier tarasconada utópica.
Abajo, ‘Frenazo industrial en Cataluña mientras Madrid se dispara’. Está bien que Madrid se dispare, claro que sí, pero no a costa de que se frene Cataluña, lo comido por lo servido, sin contar con que el total será menos, casi con toda seguridad.
Y luego, ‘Junqueras pretende salir de la cárcel sin renunciar a la vía unilateral’.
Aquí la doctrina está dividida. Coinciden con la lectura que hace El Mundo La Razón (‘Junqueras pide salir de prisión sin acatar expresamente el art. 155’) y ABC (‘Junqueras quiere salir de la cárcel sin acatar el 155’) .
ABC lo hace, de hecho, tema único, con un Junqueras que sonríe satisfecho y socarrón.
Pero El País se desmarca ligeramente: ‘Junqueras otorga mero valor simbólico a la independencia’. Como queriendo decir que algo es mejor que nada. Pero es curiosa la interpretacón de los de Prisa, porque el adjetivo que, a tenor del texto, ha empleado Junqueras es «político». ¿Creen los de El País que lo político es meramente simbólico?

Pero ese no es el tema de primera, sino… ¡Rusia! ‘Putin exhibe su nuevo papel decisivo en Oriente Próximo’.
Por lo demás, solo ABC abre gráficamente con más ‘procés’. Si El Mundo lo hacía con la siniestra ‘boina’ sobre Madrid, El País lo hace sobre una foto geométrica de la prisión de Archidona, donde se quiere meter a los inmigrantes llegados a cientos en pateras estos días, a falta de centros de acogida, con la oposición de los habituales.

La Razón huye de más imágenes de motivo catalán recurriendo a las caras eufóricas de habitantes de Zimbabwe que celebran la dimisión de Mugabe. Por nada del mundo querría aguarles esa efímera alegría pero, aprovechando que no es probable que me lean, diré que no es probable que les dure. Mugabe no ha dimitido sino con tanques en Harare y con 94 años, y las probabilidades de que los uniformados lleguen para imponer una moderna democracia son escasas, por decir lo poco.

El titular que abre, aun sin foto, sí se refiere al monotema: ‘El Rey no visitará Cataluña hasta que haya nuevo Govern’. Pues bueno, pues vale.
 
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