Quién iba a decir que el sistema Bolonia iba a causar tal devastación entre nuestra clase política, animada casi por reflejo y deformación profesional a trampear en esto casi con igual naturalidad que mienten en todo lo demás.
Y quién iba a decir que sería el ABC hoy merecedor de inaugurar la atención del trasgo, perpetrando periodismo a la vieja usanza. El titular no puede ser más atrevido: ‘Pedro Sánchez plagió su tesis doctoral’. Espero, por su bien, que lo tengan todo bien atado.
En cualquier caso, Sánchez tendría una fácil línea de defensa para defenderse de la insidiosa acusación de plagio, a saber: que él poco o nada tiene que ver con la dichosa tesis, y que si alguien plagió fue el ‘negro’ del Ministerio de Industria.
Es curioso el destino de una de esas obras que, 999 de cada mil veces, tienen por piadoso destino acumular polvo en algún húmedo desván, y en este caso que todos la quieren ver, nadie puede copiarla o acceder a ella.
Ni entramos ni salimos en la polémica, pero como ABC no consiga aportar hasta la última prueba, les va a caer la del pulpo. Por lo demás, olé.
El País retuerce el asunto, que deja de segundo plato, de forma tal nos preguntamos seriamente si alguna vez se recuperará de esta el ‘diario de reverencia’. ‘Sánchez declara la guerra a Rivera por dudar de su tesis’. De repente, su tesis ha devenido artículo de fe del que es anatema y causa de excomunión poner en duda. Esperamos de un momento a otro que imponga su propia versión del Juramento Antimodernista de Pío X a los miembros de la Cámara.
Y, hablando de cámaras, la primera noticia de nuestro diario de irrelevancia es ‘La Eurocámara inicia el trámite para quitar el voto a Hungría’. Solo porque el pueblo húngaro quiera una cosa y la haya votado no es razón alguna para que Bruselas le dé permiso, hasta ahí podíamos llegar. Mi consejo al resto: pongan sus barbas a remojar.
Abajo, ‘El Papa convoca una histórica reunión ante la plaga de abusos’, que me recuerda lo que hace años comentó un prelado miembro de esta o aquella comisión ecuménica: «Cuando vuelva el Hijo del Hombre no sé si nos encontrará unidos pero, desde luego, nos encontrará reunidos».
El Mundo es más audaz que El País, pero menos que ABC: ‘El secretismo de Sánchez aviva la duda sobre la autoría de su tesis’. Esa es una de las dudas: que no la escribió él. La otra es que está llena de plagios. Por fortuna para el acusado, ambas tesis sobre su tesis se anulan, porque si no la escribió él, entonces no fue responsable de los plagios, ¿no?
Entrevista El Mundo a Jean-Claude Juncker, que dice: «El populismo crece porque los partidos tradicionales coquetean con sus idea». Au contraire, mon chère ami! El populismo crece porque los partidos tradicionales han abandonado esas ideas que hace no tanto eran comunes a todo el espectro político con representación parlamentaria y hoy se han convertido en herejía impronunciable.
La Razón ni entra en sustancia: ‘El PSOE urge elecciones ante la erosión de Sánchez’. Esa confianza en que cualquier crisis de curará depositando una papeleta en una urna -¿qué tal resultado dio el sistema en Cataluña?- es similar a la que vemos en foto y segundo titular: ‘El Papa pone en marcha su plan antiabusos’.
No hay tal plan, es una reunión de obispos retrasada al año que viene, que convocará a los mismos que están acusados de encubrir esos mismos abusos. Todo el mundo sabe que para asegurarse de que un proyecto no sale no hay mejor medio que confiárselo a una comisión, y una opinión igualmente pesimista mantenemos acerca de las reuniones, ya sea de obispos o del Departamento de Marketing.
