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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

La 'insólita' actividad de Isabel II que aterrorizó al rey de Arabia Saudí

Arabia Saudita apenas comienza a introducir ahora ciertas costumbres que en el resto del mundo llevan décadas siendo habituales.
Una actividad que la reina Isabel II de Reino Unido suele realizar con naturalidad es prescindir de sus choferes y conducir su propio vehículo. Este hecho se convirtió en una inesperada y estresante situación para el rey Abdalá de Arabia Saudita cuando fue invitado a visitar una residencia real británica en 2003.
Una parte de las actividades de entretenimiento programadas para el ya fallecido monarca saudita incluyó en aquel entonces un paseo en vehículo por las tierras del castillo de Balmoral, en Escocia. La sorpresa para Abdalá vino cuando, en vez de un chofer, fue la misma reina Isabel quien subió al asiento del conductor del automóvil donde el monarca esperaba, arrancó el Land Rover y lo condujo por toda la propiedad.
Sherard Cowper-Coles, exembajador británico en Arabia Saudita, recuenta en su más reciente libro la reacción de un «nervioso»rey Abdalá, que «no estaba acostumbrado a ser conducido por una mujer, mucho menos por una reina». Cabe destacar que el monarca probablemente nunca había visto a una conductora en su país, donde se tuvo que esperar hasta el mes pasado para que fuese aprobado un decreto que permitiera que las mujeres puedan empezar a conducir.

Arabia Saudí: cuando la esclavitud es parte capital del Estado

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