En la víspera de San Patricio, Irlanda se ha proclamado campeona del Seis Naciones tras vencer a Escocia (17-13) en la última jornada. Por segundo año consecutivo, el mejor equipo de rugby del mundo se lleva el torneo más antiguo, su quinta victoria en la última década, que no sirve para compensar el mal resultado en el útlimo Mundial.
En un partido muy cerrado, Escocia logró que Irlanda no jugase cómoda, con el juego dinámico al que acostumbra. Aún así, suyo fue el único ensayo de la primera mitad y se marchó al descanso venciendo por la mínima (7-6). Irlanda salió decidida a sentenciar el partido y Porter logró un rápido ensayo que ampliaba distancias. El XV del Cardo aún tendría fuerzas para responder con otro ensayo de Huw Jones que les acercaba a cuatro puntos a falta de tres minutos para el final.
A Irlanda no le tembló el pulso, ni siquiera cuando se quedó con uno menos por la expulsión de Harry Byrne y resistió hasta sellar el título. Quién sabe si el último de su capitán, Peter O’Mahony: «No sé si es muy último partido, no sería uno malo para acabar. Tengo que hablar con la familia y el equipo y lo decidiré las próximas semanas», confesó al final del partido.
Ante su afición y a las puertas del día del patrón, Irlanda celebró este nuevo título. Jamison Gibson-Park, nombrado mejhir jugador del partido, destacó lo “especial” de levantar este trofeo en casa, ante sus familias y amigos. «Ha sido un gran partido, uno muy duro. Los chicos lo dieron todo hasta el final. Estoy orgulloso de todo el equipo», afirmó tras el encuentro.
