La boxeadora argelina Imane Khelif ha logrado su primera victoria a los 30 segundos después de que su contrincante, la italiana Angela Carini, abandonase la pelea. Khelif había sido autorizada para competir en el evento femenino en medio de una controversia sobre su elegibilidad.
En el combate, realizado en París, Carini recibió dos golpes en el primer asalto del título de peso wélter femenino. Estos puñetazos parecieron desprender la correa de la barbilla de Carini, quien segundos después se dirigió a su esquina para avisar a su entrenador de que le habían dolido mucho. Regresó brevemente al centro del ring para anunciar su decisión de abandonar la pelea, lo que convirtió a Khelif en ganadora. Tras la abrupta conclusión del combate, Carini fue vista llorando en el centro del ring.
La participación de Khelif en el evento ha generado controversia, ya que fue descalificada del Campeonato Mundial de Boxeo Femenino el año pasado. Según el sitio web de los Juegos Olímpicos, Khelif fue apartada horas antes de un combate por la medalla de oro contra Yang Liu de China en Nueva Delhi debido a sus elevados niveles de testosterona, que no cumplían con los criterios de elegibilidad.
El Comité Olímpico Argelino (COA) respondió afirmando que la descalificación fue parte de una «conspiración» para evitar que ganaran la medalla de oro, citando «razones médicas» detrás de los altos niveles de testosterona. Lin Yu-Ting de Taiwán también fue descalificada del Campeonato Mundial por razones similares.
El sitio web feminista Reduxx sugiere que ambas atletas podrían tener una Diferencia de Desarrollo Sexual (DSD), una condición médica en la que los genitales no coinciden con los cromosomas desde el nacimiento. La Asociación Internacional de Boxeo (IBA) emitió un comunicado el miércoles, afirmando que sus decisiones se tomaron tras una «revisión meticulosa».
La IBA, dirigida por su presidente Umar Kremlev, señaló que la participación de Khelif en los Juegos Olímpicos «plantea preguntas sobre la equidad y la seguridad de los atletas». El portavoz del COI, Mark Adams, instó a reducir el tono de las discusiones y advirtió contra una persecución injusta de las dos boxeadoras antes del primer combate de Khelif.
La IBA aclaró que ninguno de los atletas fue sometido a exámenes de testosterona, sino a una prueba diferente y reconocida en sus Campeonatos Mundiales de 2022 y 2023. Estas pruebas indicaron que ambos atletas no cumplían con los criterios de elegibilidad necesarios, lo que les daba ventajas competitivas sobre otras competidoras femeninas.
