El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) comenzó a crear un entramado societario para la «canalización de fondos» que recibía presuntamente de manera irregular de una constructora por la adjudicación de contratos de la federación once meses antes de dimitir.
Ese dinero se destinó después a la adquisición de dos edificios en Granada para dedicarlos a pisos turísticos, a la compra de una participación en una empresa con la que explotaba tres hoteles en España o la inversión de más de medio millón de euros en otra con intereses en la República Dominicana, entre otros, según un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil incorporado al sumario en que se investiga a Rubiales.
La denominada Operación Brodie indaga las supuestas irregularidades en contratos gestados en la federación desde la llegada de Rubiales a la presidencia, en 2018. Algunos de ellos están vinculados a la celebración de la Supercopa de España en Arabia Saudí, pero también los hay relacionados con actos celebrados en China y con unas obras en el estadio de La Cartuja de Sevilla, que implican precisamente a la empresa Gruconsa. Es sobre las supuestas mordidas pagadas por esta mercantil donde la Guardia Civil pone el foco en este informe.
Según el documento de la UCO, Rubiales y el empresario y exfutbolista Francisco Javier Martín Alcaide, alias Nene, constituyeron para dar salida a los fondos recibidos presuntamente de la constructora «una serie de sociedades» cuando el primero aún presidía este organismo.
El documento policial señala también la supuesta participación en el entramado de otros directivos de la federación, entre ellos Albert Luque, exdirector de la selección española de fútbol.
