La reforma laboral aprobada la anterior legislatura no ha tenido los efectos esperados… por Yolanda Díaz. Mientras que gran parte de la patronal se opuso tímidamente a la reforma introducida por Podemos, lo cierto es que sus efectos no han tardado en verse: los despidos sin coste para las empresas y aquellos con condiciones ventajosas no han hecho más que aumentar.
Así como la vicepresidenta Yolanda Díaz se felicitó por lograr «lo que no se había conseguido durante los 40 años anteriores», muchos han sido los usuarios de las redes sociales los que han terminado por dar la razón a Díaz: nunca antes se «había conseguido durante los 40 años anteriores» registrar tantas extinciones de contratos indefinidos.
Teniendo en cuenta que esta reforma prioriza la contratación indefinida, los datos avalan un descenso en los contratos temporales: debido al incremento de las sanciones a empresas y el refuerzo de las inspección, los contratos temporales bajaron hasta el 13,5%, pero esto no es algo que celebrar. Las altas y bajas de la contratación indefinida han registrado cifras récord: en los contratos a tiempo parcial, las altas han crecido un 135% y las bajas un 84%.
El dato que ha hecho saltar las alarmas, sin embargo, es el relativo a los contratos fijos discontinuos: las altas han crecido un 455% y las bajas un 559%. Y esto sólo se puede explicar mediante el «maquillaje» de las cifras, puesto que de la veintena de causas que justifican el fin de un contrato, una destaca por encima de todas: la no superación del proceso de prueba.
En concreto, la diferencia entre octubre de 2019 —cuando se extinguieron por este motivo 438 contratos— y el mismo periodo de 2023 —el fin por la no superación del periodo de prueba alcanzó los 2.960 despidos— es de un 575%. Los empresarios, por tanto, han recurrido a esta figura para evitar el aumento de los costes laborales y esquivar así los impedimentos de la reforma de Yolanda Díaz.
