El 60% por ciento de los demócratas ven de forma favorable a la congresista republicana saliente Liz Cheney, mientras su entorno amaga por concurrir a la carrera presidencial.
La única esperanza de Cheney, quien votó a favor de acusar a Donald Trump por el asalto al capitolio y es vicepresidenta del comité que le investiga, son los demócratas: su favoritismo entre estos votantes supera con creces su apoyo entre los independientes y los republicanos (los de su propio partido). Únicamente cuenta con la simpatía del 25 por ciento de los independientes y del 17 por ciento entre los republicanos, según una encuesta de YouGov.
La hasta ahora representante republicana por el estado de Wyoming, la mayor enemiga del expresidente Donald Trump, perdió por estrépito la pasada semana las primarias frente a su rival Harriet Hageman. El resultado era esperado dado que las encuestas daban a Hageman, apoyada por Trump, una gran ventaja, pero logró vencer más de 30 puntos de diferencia.
El senador y excandidato a la presidencia de EEEUU, Mitt Romney, un republicano del establishment y antiTrump, ha declarado que las posibilidades de Cheney de ganar la nominación republicana serían muy escasas «en la época de Trump». «No se convertiría en la nominada si se presentara», ha afirmado.
