El de las «midterm» es un desastre anunciado para los demócratas, salvo «maniobras orquestales en la oscuridad» con las papeletas. Más de un millón de votantes se han pasado a los republicanos en 43 estados en el último año, según un estudio realizado por Associated Press.
Supongo que en su momento pareció una excelente idea presentar a Joe Biden para la presidencia: era una cara conocida de toda la vida en la política norteamericana, estaba «tocado» por el carisma de Obama al haber sido su vicepresidente, era una varón blanco heterosexual que aplacaba el miedo de muchos a una radicalización y tribalización excesivas del Partido Demócrata y, en fin, tranquilizaba a los renuentes como un candidato «moderado» que devolvería el país a la «normalidad».
Solo que no. Suele decirse de los políticos desastrosos que cada vez que abren la boca sube el pan, y en el caso de Biden el dicho se aplica casi literalmente. Lo que lleva de mandato viene siendo un desastre para un país que Trump, con todos sus defectos, dejó bastante aseadito y económicamente boyante. La inflación se ha disparado, entran en el país de continuo caravanas enteras de miles de ilegales, la gestión de la pandemia ha sido positivamente soviética y errática, el abandono de Afganistán, que cayó en poder de los talibán en tres días, se pareció más a una fuga caótica que a una retirada, la nación está más acerbamente dividida que nunca desde la Guerra de Secesión, etc.
En el estudio de AP sobre los registros de voto, los demócratas obtuvieron solo 630.000 nuevos votantes sobre un total de 1,7 millones de votantes que han cambiado de afiliación en los últimos 12 meses. «Si bien cambiar de partido no es insólito, los datos muestran una reversión definitiva del período de Trump en el cargo, cuando los demócratas disfrutaron de una ligera ventaja en la cantidad de cambios de partido en todo el país», se lee en el informe. La marea republicana para las elecciones de otoño puede ser histórica.
Según el informe, «los votantes indecisos con educación superior que se volvieron contra el Partido Republicano de Trump en los últimos años parecen estar retrocediendo». «Durante el último año, muchas más personas se están cambiando al Partido Republicano en los condados suburbanos desde Denver hasta Atlanta, Pittsburgh y Cleveland. Los republicanos también ganaron terreno en condados alrededor de ciudades medianas como Harrisburg, Pensilvania; Raleigh, Carolina del Norte; Augusta, Georgia; y Des Moines, Iowa», revela AP.
El portal Axios analiza los datos y resalta los más relevantes, como que el trasvase de votantes se da en todos los ámbitos: estados tradicionalmente republicanos y en otros tradicionalmente demócratas; en la ciudad, en el campo y en áreas suburbanas. De los casi 1,7 millones de votantes que cambiaron de partido en los estados con datos disponibles durante el último año, alrededor de dos tercios fueron al Partido Republicano.
