El líder de Vox, Santiago Abascal, ha dicho este jueves que las devoluciones de inmigrantes que saltan la valla en Melilla deben hacerse «en caliente, templado o frío» y ha sostenido que hay que «lanzar el mensaje al mundo» de que a España no se entra ilegalmente, sino «llamando a la puerta».
Lo ha afirmado en una entrevista en RTVE, la primera en la corporación pública, tras ser preguntado por el fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) que avala «devoluciones en caliente», un fallo que puede acarrear repercusiones inmediatas en la política migratoria de los países europeos.
Abascal ha afirmado que dicho fallo «da la razón a España devolviendo a quienes entran ilegalmente» y ha remarcado que los inmigrantes que salten la valla «deben ser expulsados».
Preguntado por si dicha cuestión va en línea con lo que preconizan las fuerzas de ultraderecha en Europa, ha expresado que Vox simplemente coincide con planteamientos que enarbolan «la defensa de las fronteras» de cada país y en favor de «una inmigración legal y ordenada», una cuestión que, ha opinado, incluso manifiestan votantes europeos de izquierda.
«No tenemos ninguna vergüenza en señalar esa coincidencia», ha zanjado Abascal.
Sobre la actual coalición de Gobierno, ha dicho que «la dictadura venezolana y el separatismo catalán» tienen «la sartén por el mango», de manera que mandan en el Gobierno: «lo peligroso es saber y conocer quién manda», ha añadido.
Cree que por este motivo el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, cambió su postura durante el pleno del Congreso de esta semana sobre Juan Guaidó, al calificarlo como dirigente de la oposición venezolana y no como presidente encargado del país.
Ha sido preguntado, entre otras cuestiones, sobre sus pactos a nivel autonómico y, en este sentido, ha reivindicado nuevamente la aplicación del permiso parental en comunidades como Murcia y Madrid, en las que suscribieron pactos de investidura con PP y Ciudadanos.
Considera Abascal que Vox defiende «la posición valiente de muchos padres» y que PP y Ciudadanos «tienen miedo» de que la izquierda les tache «de homófobos y de todo» si finalmente aplican propuesta como el permiso parental, una iniciativa, ha recalcado, para que los progenitores eduquen «según sus convicciones».
