La aspirante de Cs a liderar el partido, Inés Arrimadas, ha cerrado la puerta a un posible entendimiento con el vicepresidente de Castilla y León y líder de la corriente crítica, Francisco Igea, y ha subrayado que sus modelos de partido «son distintos».
Después del encontronazo que ambos tuvieron ayer en Valladolid, donde Arrimadas negó a Igea una reunión en privado, la portavoz del Congreso ha insistido en RNE que Igea le ha pedido como condición para no presentar su candidatura integrar a gente de su equipo en la lista y aceptar su modelo de «baronías».
«Yo no voy a repartirme el partido en un despacho y quiero que vote la militancia», ha recalcado Arrimadas al asegurar que si gana la candidatura de Igea, que con toda probabilidad anunciará este martes, ella lo aceptará sin ir por los medios criticando su proyecto. «Lo único que le pido a Paco es que haga lo mismo», ha dicho.
Ha asegurado haber intentado hacer un acercamiento con Igea, cuya propuesta de partido ha tenido buena acogida en aquellas agrupaciones en las que se ha votado (en 105 de unas 150), «pero ellos han reconocido públicamente que su modelo de baronías es una línea roja», ha afirmado.
Su propuesta, ha explicado, «es muy plural, con personas que vienen de diferentes trayectorias, muy criticas y dispuestas a aportar a este partido».
Sobre el episodio de tensión de ayer, la portavoz parlamentaria ha recalcado que ella lo que hizo fue emplazar a Igea a hablar delante de la militancia en lugar de sentarse en un despacho a repartirse los puestos de la Ejecutiva, algo que el dirigente castellanoleonés dijo no haberle pedido e invitó a Arrimadas a hacer públicos esos mensajes donde supuestamente se lo solicita.
En todo caso, Arrimadas ha hecho evidente otra vez el desencuentro entre ambos: «Hay que resolver los problemas, no atacarnos unos a otros dentro del partido», ha dicho.
